Todo a punto para que el reloj de la Puerta del Sol funcione a la perfección para dar entrada al 2010

Actualizado: martes, 29 diciembre 2009 20:09

MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -

El reloj de la Puerta del Sol de Madrid está ya a punto para que funcione a la perfección para dar entrada al año 2010 con sus tradicionales 12 campanadas, según informó a Europa Press el maestro relojero, Jesús López Terradas.

Para estar seguros de que todo va a salir bien, "y poder prever cualquier error o fallo que se pueda resolver con tiempo", mañana se realizarán, previsiblemente, dos ensayos, uno a las 12 horas y otro a las 00.00 horas, así como el mismo jueves 31 de diciembre al mediodía.

En concreto, el ensayo de la medianoche de mañana viene congregando en los últimos años a numerosos madrileños que se acercan a disfrutar de esta 'pre-nochevieja'. "Todos los años viene mucha gente a este ensayo, pero nosotros lo hacemos como cualquier otra prueba de todas las que realizamos, que tengamos público o no, no nos influye", añadió el maestro relojero.

Todas estas pruebas se realizan de manera exacta al de la última noche del año, cuando quedan los mismos segundos para que finalice el día. "Es la única manera de comprobar si todo va bien y resolver los posibles problemas que puedan surgir", indicó.

El reloj nunca ha fallado durante la Nochevieja desde que a principios del siglo XX comenzaran a tomarse las uvas, por lo que el relojero bromeó deseando que este año "no se le ocurrirá ser el primero".

La noche del 31 Jesús, junto a sus compañeros Pedro y Santiago, estarán vigilando que todo funcione bien. "El reloj se divide en tres partes: movimiento, mecanismo de cuartos y de horas, cada uno controlamos una de esas partes para que todo vaya según lo previsto", apuntó.

ORIGEN DEL RELOJ

El origen del reloj de la Puerta del Sol data de 1866 cuando, José Rodríguez Losada, un prestigioso relojero leonés, construyó en Londres un mecanismo que donó al pueblo de Madrid como muestra de admiración hacia la reina Isabel II.

La tradición de tomar las uvas se remonta a 1909 cuando unos vinicultores alicantinos se encontraron con un excedente de uva y sin saber qué hacer con él trataron de darle salida pregonando que consumir uvas el día de fin de año daba buena suerte para el año siguiente.