En la última campaña de 2005 se inspeccionaron 225 establecimientos y se detectaron un 30% de irregularidades
MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los inspectores de Calidad y Consumo del Área de Gobierno de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Madrid están visitando y controlando, desde enero y durante todo el mes de febrero, un total de 400 tintorerías distribuidas por los 21 distritos de la capital.
La iniciativa se enmarca dentro de la Campaña de Inspección y Control de Establecimientos de Tintorerías, un sector en alza que registra un número creciente de reclamaciones anuales, muchas de las cuales podrían evitarse si el consumidor conociera sus derechos legales como el Reglamento normativo de servicios de limpieza, conservación y teñido de productos textiles, cueros, pieles y sintéticos.
En la última campaña realizada en el año 2005, se inspeccionaron 225 establecimientos, de los cuales un 30% presentaba alguna irregularidad, como la falta de un cartel explicativo de precio y servicios, resguardos de depósito fuera de la normativa vigente, falta de presentación de la preceptiva licencia y hojas de reclamaciones, además, de no exhibir el horario de atención al público.
El control municipal vigila que los precios, servicios y horarios estén expuestos de forma visible y en castellano, así como las leyendas informativas incluidas en el Real Decreto sobre los derechos de los usuarios en reclamaciones, la existencia del Reglamento Oficial y la Carta de Recomendaciones, las indemnizaciones por pérdida o deterioro de la prenda consignadas de mutuo acuerdo en el resguardo de la prenda, la existencia de hojas de reclamaciones a disposición de los clientes y el pago anticipado, bajo conformidad del cliente. Estos condicionantes figurarán en hojas informativas cuando el servicio se preste a domicilio.
Por otro lado, se verificará que se entregan resguardos o justificantes por las prendas depositadas en el establecimiento y que incluyen el nombre, domicilio de la empresa e identificación fiscal, número de referencia del resguardo, fecha de recepción de la prenda, datos del cliente, designación de las prendas entregadas, servicio solicitado, fecha de terminación del servicio y precio del mismo, observaciones sobre el estado de la prenda y sus tratamientos, así como su valoración (en caso de indemnización por pérdida o deterioro), firma o sello del prestador del servicio y firma del usuario si el prestador del servicio se exime de alguna responsabilidad.
En abonos del servicio por anticipado, los funcionarios contrastarán la conformidad expresa por parte del usuario y el servicio -de carácter urgente- se realizará en un plazo máximo de tres días o de seis si se trata de teñido. Los gastos por almacenamiento sólo serán cobrados a partir de que la prenda, ya lista, no sea recogida antes de tres meses. Además, el importe deberá exhibirse de forma visible al público.
Los técnicos comprobarán la existencia del Reglamento Regulador de los servicios de tintorerías y de la Carta de Recomendaciones al usuario, y que ambos están a disposición de los clientes. Con carácter general detectarán que la Licencia Urbanística Municipal figure en lugar visible al público, y cotejarán las cantidades facturadas por los distintos tipos de servicio con las tarifas anunciadas. Si en el resguardo no se especifica el precio del servicio se facturará por la tarifa más sencilla de las anunciadas.
También serán objeto de control que las tarjetas de crédito o débito anunciadas en el establecimiento se admitan como forma de pago, que no existan carteles contra los derechos de los consumidores ni cláusulas abusivas en documentos que se entreguen al cliente y la publicidad engañosa que pueda inducir a error al consumidor.
El trabajo el Ayuntamiento no acabará después del análisis de los 400 establecimientos. Después analizará los resultados obtenidos e iniciará los correspondientes expedientes sancionadores.
