EP/AYUNTAMIENTO DE MADRID
MADRID 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Trece mujeres de diferentes edades han plasmado en un libro su visión de los últimos 80 años de Vallecas, un trabajo firmado por el cronista de la Villa Ángel del Río y que ha sido presentado por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
'Vallecanas. Un siglo con ojos de mujer' ofrece un recorrido por los últimos 80 años de historia de este distrito a través de los testimonios de trece vecinas. Todos ellos han sido recopilados por Del Río, un niño vallecano que nació cuatro días antes de la anexión de su barrio a Madrid.
Los textos están acompañados por imágenes de Raúl Cancio, Premio Nacional de Periodismo. El resultado es un retrato de Vallecas en el siglo XXI, que refleja, en palabras del alcalde, "el carácter dinámico, abierto, emprendedor y solidario de este distrito".
El libro presentado es un homenaje a todas esas mujeres de Vallecas, muchas de ellas anónimas, "ante las que Madrid renueva su compromiso de trabajar para aumentar las oportunidades de progreso de todos sus distritos y de todas sus ciudadanas", ha destacado Gallardón.
El primer edil ha destacado uno de los trece testimonios femeninos, el de la concejala de Izquierda Unida Milagros Hernández, quien desvela por qué Villa de Vallecas es hoy un distrito homogeneizado con el resto de Madrid y que no es otro que su empeño en transformar la realidad.
"Los vallecanos nunca se han resignado. Cada uno de ellos se ha preguntado qué podía hacer por su distrito", ha afirmado el alcalde, quien ha recordado que Vallecas "se construyó de abajo a arriba gracias al movimiento vecinal del distrito ya que hubo un tiempo en que los ciudadanos fueron por delante de las administraciones pero hoy van de la mano".
Hace más de 40 años, surgieron las primeras asociaciones de vecinos, que facilitaban la integración y participación de todos los vecinos para solucionar los numerosos problemas que afectaban a sus barrios. Una de las características del movimiento vecinal es la activa participación de la mujer. En Vallecas se organizaron para reivindicar su espacio en la sociedad, para combatir la discriminación o para rebelarse contra la lacra de la droga.