Tribunales.- La acusada de secuestrar al hijo de una inmigrante niega que la extorsionara para prostituirse

Actualizado: martes, 25 marzo 2008 15:39

La fiscal solicita para ella una condena de 27 años de prisión por varios delitos, entre ellos secuestro, amenazas y prostitución MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

El drama de los inmigrantes que llegan a las costas españolas en patera se extiende a veces más allá de alcanzar la península con vida. Joy D.O., de nacionalidad nigeriana, aceptó la propuesta de unos compatriotas para viajar a España a cambio de 35.000 euros, una deuda que tuvo que saldar prostituyéndose en diferentes ciudades para recuperar al hijo que dio a luz nada más llegar a suelo español.

La mujer acusada de secuestrar entre agosto de 2002 y junio de 2006 al pequeño de Joy D.O. negó esta mañana, durante su declaración en el juicio que celebró la Audiencia Provincial de Madrid, haber extorsionado a la víctima con matar a su hijo y a su familia en Nigeria para que liquidara la deuda contraída.

"Una amiga de la familia se encargó del niño a cambio de 300 euros con el consentimiento de Joy. Pero dejó de hacerse cargo de la manutención del niño y no logramos contactar con ella", se excusó Becky F., para quien la fiscal solicitó una condena de 27 años y medio de prisión y multa de 5.220 euros por los delitos de secuestro, amenazas, prostitución, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y falsificación de documento oficial.

Frente al relato de la procesada, el instructor del atestado policial manifestó a la Sala que la cantidad estipulada de los que trafican con los inmigrantes que quieren llegar a España ronda los 35.000 euros, lo que suele incrementarse hasta 45.000 euros por otros gastos.

RESCATADA DE UN CLUB DE ALTERNE

La víctima no se presentó a la vista oral, aunque su testimonio fue refrendado por su compañero sentimental en aquella época. Antonio Marcos contó que conoció a Joy D.O. en un club de alterne de Granada e hizo lo posible por sacarla de ese entorno. "Me hablaba de una mafia que la amenazaba con acabar con su hijo y su familia. Me dio miedo y nos fuimos a Lérida", detalló Antonio, quien señaló que denunció a la víctima por malos tratos. Éste es el motivo, según la fiscal, que podría haber inducido a la mujer a no acudir al juicio.

El testigo manifestó que Joy D.O. realizaba pagos a los extorsionadores hasta que denunció los hechos en abril de 2005 en una comisaría de la localidad leridana de Sort. En dependencias policiales, narró cómo Becky F. y su esposo le propusieron venir a España si pagaba 35.000 euros, a lo que accedió. Esta cifra aumentó a 45.000 euros por los gastos derivados del cuidado de su hijo.

En la misma comisaría, la víctima llamó a la procesada para poder recuperar al niño, a lo que ésta respondió que si no liquidaba la deuda no lo volvería a ver. A partir de entonces, comenzó el operativo policial de vigilancia en los alrededores de la casa de la acusada, situada en la calle de la Haya de Móstoles. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía hallaron al menor el 5 de junio de 2006 en esta vivienda.

LOS HECHOS

En sus conclusiones definitivas, la fiscal mantuvo la petición inicial de pena al considerar acreditado que la acusada secuestró al hijo de Joy D.O. para obligarla a ejercer la prostitución en contra de su voluntad. Según su relato, Joy D.O. contactó en 2002 con la procesada y su esposo --en paradero desconocido--, quienes le propusieron venir a España para trabajar a cambio de 35.000 euros. Así, le enviaron 1.500 euros a Marruecos para pagar la patera que la trasladó a Tarifa y el autobús que la llevó a Móstoles.

Al llegar a este municipio, Joy D.O. dio a luz a un niño, a quien la procesada secuestró para forzarla a prostituirse hasta liquidar la deuda. La encausada le entregó como documentación una fotocopia del pasaporte y una solicitud de permiso de residencia a nombre suyo y con la fotografía de Joy.

La víctima ejerció la prostitución en varias ciudades de España, enviando el dinero a la procesada y a su marido para poder recuperar a su hijo. A finales de 2004, la mujer conoció a un hombre que la ayudó a escapar de un club de Granada.