Tribunales.- Una testigo identifica en la sala a uno de los atracadores de la joyería de Móstoles

Actualizado: miércoles, 10 octubre 2007 16:05

MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

Una testigo que compareció hoy en el juicio contra los acusados de acabar con la vida del joyero Antonio Sancho mediante dos disparos a quemarropa identificó en la sala a uno de los atracadores, como una de las personas que el 9 de junio de 2005 huyó del escenario del robo con un Seat Toledo de color rojo "desgastado".

En un momento de su testifical, Vanesa M.M giró la cabeza hacia los procesados, les miró fijamente y apuntó con un dedo a Juan Manuel Jiménez. "Uno de ellos es él", espetó la testigo, que ese día iba conduciendo su coche por las inmediaciones de la joyería cuando de repente otro vehículo se le vino encima.

Según su testimonio, alrededor de las 19:40 horas regresaba de trabajar en coche, giró en un cruce y otro vehículo que iba en sentido contrario se saltó un semáforo y se abalanzó sobre el suyo. "En el interior había tres personas, dos de ellas iban delante. Tenían la piel oscura y me fijé en ellos", dijo.

En su declaración, quiso aclarar a los magistrados que durante la rueda de reconocimiento, en la que identificó a tres individuos, se sintió "intimidada" por los policías que la acompañaban, pero subrayó que hoy si podía identificar "sin ningún género de duda" a Juan Manuel Jiménez como uno de las personas que iban en el interior del Seat Toledo, que era de su propiedad.

Al término del juicio y cuando los procesados abandonaban escoltados la sala, Vanesa M.M les dirigió de nuevo la mirada y dijo: "Son ellos, estoy segura". Una vez fuera de la Audiencia, manifestó a los periodistas que no sintió "ningún miedo" cuando miró a Juan Manuel directamente a los ojos y añadió que no se callaría porque la víctima, a quien conocía desde los 5 años, era un vecino del barrio querido por todos.

La fiscal sostiene que tanto Jiménez como Roberto Castro, considerado el cabecilla del grupo, atracaron la joyería "Felipe II" de Móstoles y retuvieron a su propietario, Antonio Sancho, a su hijo, Marcos Sancho, a una empleada, María Asunción Raposo, y a una clienta, Santiaga Mora.

Mientras que Castro, de nacionalidad peruana, se enfrenta a 26 años y medio de prisión por los delitos de asesinato, robo con violencia y tenencia ilícita de armas, Jiménez, de origen dominicano, podría ser condenado a 28 años y medio por la misma acusación, a la que se le incluye otro delito por tenencia de armas.

"PIEL MORENA Y RASGOS SUDAMERICANOS"

Por su parte, un testigo protegido que declaró por videoconferencia contó que la tarde del 9 de junio de 2005 se encontraba en una calle próxima a la joyería y se fijó en unos individuos, de "piel morena y rasgos sudamericanos" con "actitud sospechosa" que estaban al lado de un coche rojo.

Entonces le llamó la atención que en pleno junio llevaran "ropa de invierno y gorras". Uno de ellos estaba apoyado en el vehículo y los otros se alejaban de él con una bolsa de deportes y otra de lona, ambas vacías. El primero se metió en el coche y se fue. Inmediatamente después, se escuchó un disparo y los hombres salieron corriendo hacia el coche.

Otro de los testigos relató que se encontraba enfrente del polideportivo que hay en la zona, cuando vio a varias personas corriendo y metiéndose en un coche de color rojo. "Eran sudamericanos y llevaban bolsas cargadas en la mano", apuntó.