El TSJM autoriza que la antigua discoteca Alcalá 20 vuelva abrir sus puertas

Europa Press Madrid
Actualizado: viernes, 16 octubre 2009 19:49

MADRID 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha obligado al Ayuntamiento de Madrid a otorgar la licencia de funcionamiento a la Sala Adraba, la antigua discoteca Alcalá 20, al dar la razón a los propietarios por mantener la sala cerrada aplicando una norma que no se ajustaba a derecho.

Esta sala sufrió un incendio en la madrugada del 17 de diciembre de 1983 en el que perdieron la vida 82 personas debido al fuego y al humo. Desde entonces, la emblemática sala ha permanecido cerrada al público, pese a los intentos fallidos de sus actuales dueños, el grupo FSM, de abrirla desde 2005 sin contar con licencia.

Hasta ahora, Adraba contaba con los papeles en regla, pero el Ayuntamiento de Madrid no autorizaba su apertura por silencio administrativo, según denunció entonces a Europa Press el grupo FSM.

Adraba ha intentado desde 2005 abrir sus puertas en diferentes ocasiones, pero el Consistorio madrileño ordenó, en todos los casos, el cese inmediato de actividad y el precinto del recinto al no tener licencia. La sala abría justificándolo en el 'silencio administrativo positivo' ya que, según decían, habían solicitado la licencia meses antes y ningún técnico municipal había visitado el lugar.

Según la sentencia, el Ayuntamiento aplicó de forma retroactiva el Código Técnico de la Edificación, que no estaba en vigor ni en el momento en que se solicitó la licencia de obra e instalación, ni cuando se concedió la misma en 2003.

Además, la Sala añade que se vulneró el artículo 8 de la Ley de Espectáculos y Actividades Recreativas y el artículo 59 de la Ordenanza Municipal de Tramitación de Licencias Urbanísticas, al desconocer la naturaleza de la licencia de funcionamiento.

MÁS DE 80 MUERTOS

El 17 de diciembre de 1983, hacia las 5.00 horas, se declaró un incendio en el interior del local, cuyas puertas de emergencia en la calle Arbalán estaban cerradas con candados y bloqueadas por cajas, impidiendo la salida de las personas que en ese momento se encontraban en su interior. La escalera principal se convirtió en una chimenea enorme de humo, y los 50 bomberos que atendieron el incendio sólo pudieron sacar a los supervivientes por la puerta de la calle Alcalá.

El resto, 82 personas, murieron la mayoría asfixiadas en el interior, a pesar de que se consiguió controlar el fuego fácilmente en apenas una hora. El cortocircuito que causó el fuego y la carencia de las mínimas medidas de seguridad fueron las principales causas del terrible suceso.

Este suceso se produjo en un mes trágico para Madrid, ya que el 27 de noviembre del mismo año un accidente de avión de la compañía Avianca en Barajas había causado 181 muertos, y diez días antes, un choque entre dos aeronaves, de Iberia y Aviaco respectivamente, también en el aeropuerto madrileño, se saldó con 93 fallecidos.

Diez años más tarde, un juez decretó penas de cárcel para los cuatro copropietarios del local, para el autor de la instalación eléctrica y para el inspector del Ministerio del Interior por delitos de imprudencia temeraria. Además, el Estado tuvo que indemnizar a las familias de las víctimas, cosa que se produjo cuatro años más tarde. Al Ayuntamiento se le exoneró de la responsabilidad civil que reclamaban las víctimas.

REAPERTURA

La sala Adraba reabrió sus puertas el 29 de noviembre de 2005 con una fiesta privada para gente del mundo del entretenimiento nocturno. La apertura se produjo después de que dos días antes el Ayuntamiento hubiera notificado el cierre inmediato y precinto de la sala por carecer de licencia de funcionamiento, hecho que la compañía negaba alegando 'silencio administrativo positivo' ya que, según decían, habían solicitado la licencia meses antes y ningún técnico municipal había visitado el lugar.

Sin embargo, el 30 de noviembre de hace tres años Alcalá 20 abrió de nuevo sus puertas gracias a una resolución judicial que suspendió provisionalmente el apercibimiento de cierre emitido por el Ayuntamiento, que al día siguiente compareció junto con los dueños del local en una audiencia sobre el precinto.

En dicha audiencia, celebrada el 1 de diciembre, el juez de la sala de lo contencioso administrativo número 12 decidió mantener el cierre cautelar indicando que no se puede iniciar una actividad sin tener la licencia de funcionamiento. El Consistorio había denegado dicho permiso alegando que la sala no cumplía con los requisitos de seguridad necesarios para ello.

El 14 de noviembre de 2007, la discoteca volvió a intentar abrir sin permiso, y el Ayuntamiento re-precintó las instalaciones al seguir careciendo de permiso. Según confirmaron fuentes municipales a Europa Press, desde entonces no ha habido ningún otro movimiento en este sentido, y la discoteca sigue cerrada.

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