MADRID 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El profesorado y los padres de los alumnos del colegio Santa Gema de Galgani cuentan con el incondicional respaldo de los vecinos de Aluche en su lucha contra el cierre del centro educativo, cuyo futuro pende de la Justicia por la quiebra económica que soporta desde hace doce años. Para obtener más adeptos, la Asociación de Vecinos de este barrio madrileño llevará mañana al Pleno de la Junta de Distrito de Latina una moción extraordinaria para que apoye la ardua situación a la que se enfrenta el colegio ante su inminente venta.
Aunque todavía esperan una respuesta de la jueza Angeles Martín Vallejo, que dirige el procedimiento judicial, la Junta Directiva de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) dispone ya del respaldo de la Consejería de Educación, que se ha puesto en contacto con varias entidades bancarias para facilitar que el futuro comprador del Colegio sea otro centro escolar.
El departamento que dirige Lucía Figar se ha comprometido a hacer lo posible por evitar la posible reubicación de los 500 niños que estudian en el Santa Gema. Los padres conocieron el pasado miércoles, en una reunión con representantes de la Consejería, la gestión que se está realizando en aras a solucionar de la mejor manera el futuro de los estudiantes y de sus 60 trabajadores.
Los padres acudieron al encuentro con la idea de que les hablarían de la reubicación de sus hijos, pero se encontraron con la sorpresa de que ya habían empezado a mover sus hilos para facilitar la compra a otro colegio.
"Salimos contentos del encuentro, pero somos realistas. El centro se vende por una cantidad muy elevada y la jueza no puede rechazar que un tercero haga una oferta buena, ya que tiene que velar por los acreedores", subrayó a Europa Press la presidenta del AMPA, Paloma Gómez.
SUBASTA DESIERTA
Hasta el momento, la jueza ha garantizado a los padres que los alumnos podrán seguir con sus clases hasta el final de este curso. Entretanto, esperarán a la decisión que tome la jueza Martín Vallejo, quien declaró a finales de febrero desierta la subasta al no presentarse ningún postor para la compra del centro por un precio de salida de más de 11 millones de euros.
Además, acordó no abrir el plazo de matrícula hasta que no garantice que el colegio pasa a otro centro escolar.