MADRID 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Nadie en el distrito madrileño de Arganzuela quiere que se instalen dos antenas de telefonía móvil en la azotea de un edificio ubicado en la misma calle que dos centros escolares. Son casi 800 niños los que están matriculados en los colegios y sus padres tienen miedo a que las radiaciones de estos aparatos puedan ser perjudiciales para su salud.
Así lo aseguró en declaraciones a Europa Press la portavoz de la Asociación de Vecinos El Planetario y de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio Tirso de Molina, María José Jodar, que apuntó que la legislación actual impide que ningún dispositivo de estas características pueda ubicarse a escasos metros de un centro escolar.
En este sentido, reprochó que el proyecto presentado oficialmente por la empresa de telefonía no menciona la presencia de un nuevo centro escolar, el Plácido Domingo, sobre el que recaería "el punto más alto de emisión" radioeléctrica, ni consta ninguno de los dos colegios. Por ello, exigió que "se cumpla la legislación vigente". "Sobrepasa bastante las recomendaciones de la Unión Europea, de médicos y científicos", argumentó.
Además, relató que mantendrán una reunión el próximo 2 de noviembre con la secretaria de Estado de Telecomunicaciones para intentar impedir que se instalen las antenas que no les ofrecen "ninguna seguridad" para sus hijos.
Por su parte, una vecina del edificio en el que se instalarían las antenas y madre de una niña de 2 años, Gema, explicó que la finca es propiedad de una compañía inmobiliaria, Larcovi, que alquila los apartamentos y aseguró que en ningún momento les han comunicado la decisión de instalar estos aparatos en su azotea, si no que se han enterado por los vecinos del bloque contiguo al que el Ayuntamiento de Madrid sí que les ha enviado una carta comunicándoselo.
Asimismo y a pesar de reconocer que "no hay ningún estudio que relacione las emisiones con problemas de salud", Gema, aseveró que si se instalan las antenas volverá a pensarse si continua viviendo en el mismo edificio ya que su hija el próximo año acudirá a uno de los dos centros cercanos.
Por último, una madre de trillizos que vive en el barrio de Arganzuela, Cristina, consideró que "deberían de estudiar" si son perjudiciales las antenas de telefonía móvil y si lo son "que no las pongan en ningun sitio". "Me preocupa que sea perjudical", apostilló.