Los vecinos del Nudo Sur denuncian que las obras nocturnas de Fomento en la C-5 no tenían licencia municipal

Estación De Cercanías De Santa Eugenia
ADIF / EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 29 agosto 2011 12:00

MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Asociación de Vecinos Nudo Sur han denunciado a través de su página web que las obras que el Ministerio de Fomento llevó a cabo el pasado mes de junio en la línea 5 de Cercanías no tenían licencia municipal para ejecutarse en horario nocturno, según les ha informado el propio Ayuntamiento de la capital.

El pasado 26 de junio la asociación presentó una queja ante el departamento que dirige José Blanco con respecto a los ruidos que habían sufrido los vecinos de la zona a consecuencia de las obras de mantenimiento y reparación de la línea que se habían ejecutado durante las noches del 17 al 20 de junio.

"Dichas operaciones implicaron niveles de ruido intolerables a altas horas de la madrugada, impidiendo el descanso nocturno de los vecinos de las calles Bronce, avenida del Planetario, Antracita y Puerto de Béjar, con el agravante de producirse en días consecutivos acumulando los efectos negativos de dicha agresión acústica", explicaban entonces los vecinos.

Para los afectados, la necesidad de realizar trabajos de mantenimiento para garantizar la seguridad de la línea no eran óbice para que la administración hubiera adoptado "alternativas para realizarlas sin vulnerar derechos fundamentales de los vecinos y toda la normativa vigente en materia de medio ambiente y contaminación acústica".

Alternativas tales como "realizar una interrupción temporal de la línea con un servicio alternativo de autobuses en fin de semana para que la incidencia sea menor".

Por ello, junto al escrito de protesta a Fomento también se dirigieron al Ayuntamiento de Madrid y recogieron firmas individuales para apoyar sus quejas.

El pasado 15 de julio, el director de Medio Ambiente de Adif, Pedro Pérez del Campo, respondió a la reclamación explicando que los trabajos consistían "principalmente en la limpieza de la zona próxima a la infraestructura y en la retirada del balasto para su depuración y estabilización" con el objetivo de que "la infraestructura se encuentre en condiciones óptimas para su explotación", lo que también redundaría en la "disminución del impacto acústico".

Así, señalaba que "con el fin de no paralizar los servicios de Cercanías, Adif debe realizar cualquier reparación o tarea de mantenimiento en horario nocturno" y apostillaba que los trabajos se paralizarían "temporalmente hasta septiembre".

SIN AUTORIZACIÓN

Sin embargo, el 8 de agosto el director general de Control Ambiental, Transportes y Aparcamientos del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Manuel Tuero, apuntaba en una carta a los vecinos que, si bien las obras de la C-5 podían "incluirse entre los supuestos establecidos para autorizar su realización en horario nocturno", dicha licencia no figuraba en los registros municipales.

"Consultados los antecedentes existentes en este departamento, no existe constancia de que se haya tramitado autorización expresa en la que se determinase horarios, plazos y prescripciones técnicas para minimizar las molestias a los afectados más próximos", apostillaba.

Ante la falta de dicha autorización, las obras del Cercanías deberían haber cumplido la norma general, regulada en el artículo 42 de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica, que señala que "no se podrán realizar (obras) de lunes a viernes entre las 22 y las 7 horas o en sábados y festivos entre las 22 y las 9 horas, salvo por razones de urgencia, seguridad o peligro".

"Si por necesidades técnicas o de movilidad no pudieran realizarse durante el día podrá autorizarse previamente su realización durante los citados horarios, determinándose expresamente el periodo horario y el plazo durante el que se permitirán los trabajos nocturnos", continúa la normativa municipal.

Por eso, Tuero recomendaba a los vecinos del Nudo Sur que, "en el caso de que se volvieran a repetir los hechos denunciados", se pongan en "conocimiento de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal con el objeto de valorar acústicamente las molestias sufridas", así como dirigirse a la Administración General del Estado (AGE), titular de la infraestructura y responsable por tanto de "la elaboración, aprobación y revisión de los mapas de ruido".