El veredicto contra El Portugués llevará a una condena a prisión permanente por el atropello mortal de Torrejón

MADRID 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un jurado popular de la Audiencia Provincial de Madrid ha declarado a Micael da Silva, alias El Portugués, culpable de cuatro delitos de asesinato con dolo eventual y otros nueve intentos en el marco de la masacre que llevó a cabo la noche del 6 de noviembre de 2022 cuando embistió con su vehículo a los invitados de una boda de Torrejón de Ardoz, lo que sienta la base para una condena a prisión permanente revisable, han informado fuentes jurídicas.

En una lectura pública, los miembros del tribunal han hecho público su veredicto en el que no contemplan ninguna de las atenuantes que solicitaba la defensa, entre ellas la de miedo insuperable al no dar credibilidad a la versión del procesado.

El veredicto llevará a que el tribunal previsiblemente imponga a Micael Da Silva la pena de prisión permanente al tratarse de un asesinato múltiple, uno de los requisitos que contempla el Código Penal para que se aplique la máxima condena que hay en España.

En la última sesión, la fiscal se sumó a las peticiones de prisión permanente formuladas por cuatro de las cinco acusaciones particulares por el atropelló múltiple que dejó cuatro muertos y nueve heridos de gravedad.

En su escrito de acusación, la fiscal solicitaba 226 años de prisión por delitos de asesinato y lesiones si bien modificó la solicitud tras la práctica de la prueba testifical y pericial.

En su declaración, el acusado manifestó que "todos" los invitados le querían matar, asegurando que al escuchar disparos, se agachó por miedo y el coche aceleró por su propio cuerpo sin tener intención de que se produjera la masacre ocurrida.

Los hechos se produjeron la madrugada del 6 de noviembre de 2022, cuando 'El Portugués' acudió a la celebración de una boda en el restaurante 'El Rancho' de Torrejón de Ardoz en compañía de dos hijos suyos menores de edad y de dos sobrinos.

Durante la celebración, uno de los menores protagonizó un incidente con alguno de los invitados, lo que motivó que se le indicara al acusado que abandonara el lugar junto con las personas que le acompañaban.

Fue entonces cuando el procesado se enfrentó a varios de los allí presentes, hasta que una vez en el exterior del establecimiento, se dirigió en compañía de sus hijos y sobrinos al vehículo de su propiedad que tenía aparcado en las inmediaciones.

Tras ponerse al volante aceleró el motor "a sabiendas de la presencia de las personas allí congregadas con motivo de los hechos y con total voluntad de causarles la muerte o asumiendo la posibilidad de que ello sucediera", arrolló a varios de ellos, ocasionando la muerte de cuatro personas: I. M. S., C. R. B., J. M. R. V. y C. B. S.