El vigilante que abrió el portón en Madrid Arena dice que la autorización la dio Madridec

Interior de la sala de la Audiencia Provincial del juicio por el Madrid Arena
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 8 marzo 2016 13:04

La secretaria de Flores, responde con un 'no recuerdo' a preguntas sobre la venta de entradas y el control del aforo

   MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El vigilante de seguridad Segundo Eladio Pupuche ha manifestado este martes en el juicio por la tragedia del Madrid Arena que abrió el acceso de mercancías por el que entraron en masa 2.500 jóvenes al pabellón sin control tras recibir la autorización de Madrid Espacios y Congresos (Madridec) y cumpliendo las órdenes del jefe de Seguriber, José Antonio Díaz Romero.

   Así lo ha señalado en su declaración como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid. Eladio estuvo imputado en la instrucción judicial, pero el juez Eduardo López Palop acordó archivar su acusación.

   Para conocer qué llevó al fatal desenlace de la noche es fundamental saber quién fue en primera instancia la persona que dio la orden de abrir este portón de carga. La entrada en masa de los jóvenes provocó un colapso en el interior de la pista que influyó en la avalancha que se produjo en uno de los vomitorios alrededor de las tres de la madrugada.

   "La normal, el protocolo es que si la organización quería pedir la apertura tenía que ser autorizada por producción", ha recalcado a preguntas del Ministerio Fiscal. Poco después y a preguntas de las acusaciones, ha aclarado que producción eran los dueños del pabellón, "Madridec".

   De este modo, ha relatado que sobre las dos de la madrugada recibió un aviso por el walkie-talkie en el que Díaz Romero le indica que alguien de organización bajaría para que abriera la puerta, algo que debía hacer porque tenía la autorización de producción.

   Además, ha especificado que antes de este aviso una persona de la promotora le pidió que se abriera el acceso, pero éste se negó porque todavía no había autorización. "Sabía que eran de la organización porque llevaban una cartulina que les identificaba", ha dicho.

"LO DESCONOZCO"

   En la sesión ha comparecido la que fuera durante más de veinte años la secretaria personal de Miguel Ángel Flores, Gema Aznal García, ha respondido con un "lo desconozco" o "no recuerdo" a muchas de las preguntas, especialmente con las relacionadas con la venta de entradas y el control del aforo del recinto. Sobre esta cuestión, solo ha reconocido que no se tuvo en cuenta el aforo por planta.

   "Lo desconozco señor" o "no lo recuerdo" han sido  en su mayoría sus respuestas a las acusaciones particulares. En un momento de su declaración se le ha quebrado la voz al recordar lo vivido después de la avalancha mortal.

   En su relato, ha relatado que era habitual que la puerta del portón de carga del pabellón estuviera abierta. No obstante, ha dicho que desconoce si en otros eventos hubo gente que accediera al recinto por este lugar.

   "Siempre estaban abiertas, sin bloquear porque era de emergencia", ha señalado la testigo y ha destacado que la enfermería estaba siempre en el mismo lugar, en contra de lo manifestado por otros empleados de Diviertt.

   La pasada semana, una de las personas que ayudó a socorrer a las víctimas manifestó que el pabellón era laberíntico sin estar señalizada la enfermería, teniendo que practicar a una de las chicas un masaje cardiaco en una barra de Coca-Cola.

   También ha insistido en que en todos los eventos de Diviertt era la empresa Seguriber la que llevaba la seguridad interior y no las personas contratadas de Kontrol 34, algo que sospechan las acusaciones particulares. Ante el juez manifestó que esa noche no vio a ningún vigilante de Seguriber en el recinto, pero hoy ha señalado que sí.

   Inquirida sobre si vio Policía esa noche, ha respondido que no y que en otras ocasiones la presencia policial llegaba a ser hasta excesiva. "Incluso había paisanos dentro que querían hablar con los responsables", ha señalado.

   A preguntas sobre cómo se enteró de la tragedia, la testigo se ha emocionado y ha contado con voz temblorosa que cuando pasó no se creía lo que estaba pasando. "No me dejaron entrar en la enfermería. Me quedé apartada y después empezó a llegar policía y ambulancias. Y empecé a enterarme de lo que pasaba", ha dicho.