Una voluntaria juega con una menor. - FUNDACIÓN SOÑAR DESPIERTO
MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Jugar solo en el parque no siempre es divertido, al igual que resolver un problema de Matemáticas. Muchos menores cuentan con la compañía de sus padres o amigos, pero aquellos que están en los centros de protección, por carecer de un entorno familiar, no tienen la misma suerte. Es ahí cuando entra el papel de los voluntarios.
Más allá de cubrir las necesidades básicas de los pequeños, estos centros de la Comunidad de Madrid cuentan con un programa de voluntariado para el refuerzo escolar y acompañar a las actividades de ocio y tiempo libre, con el fin de mejorar su integración social, bienestar, situación académica y emocional.
"Ayudar a un niño que no puede estar con su familia puede cambiar su futuro", subraya la directora general de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad, Silvia Valmaña, en declaraciones a Europa Press, quien pone en valor el trabajo de estas personas, incluidas familias, para apoyar a los menores
Esta misma semana, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) sacaba el convenio entre la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, que lidera Ana Dávila, y la Fundación Soñar Despierto para organizar programas de voluntariado entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2026. Ambos llevan colaborando desde hace siete años, aunque la apuesta por los voluntariados se ha reforzado "mucho más" en los últimos tiempos.
"No son una familia, pero intentamos que se parezca. En el momento en el que le cogen la mano, a la hora de hacer deberes o ir a un partido de fútbol, se produce un valor añadido. Son personas de referencia que les protegen más allá de una cama o una comida. Es una cosa preciosa en todas sus manifestaciones. Solo ser voluntario es maravilloso", hace hincapié Valmaña.
CAMPAMENTOS DE VERANO O FIESTAS DE NAVIDAD
No solo se ofrecen actividades cotidianas, también se organizan campamentos de verano, el Día del Niño o las fiestas de Navidad. Según detalla la directora de la Fundación Soñar Despierto, Marta Cuesta, a Europa Press, el objetivo es que los menores "tengan varios momentos especiales al año".
Según los datos de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, en la fiesta de Navidad del mes de enero participaron 110 menores de 16 residencias y contó con la presencia de 25 voluntarios. En el Día del Niño, celebrado en mayo, estuvieron presentes 240 menores de 35 residencias y con la colaboración de 80 voluntarios.
"El voluntariado es el motor de esta fundación. Contamos con 600 voluntarios semanales y con 2.000 a lo largo del años. Hay muchas empresas que se involucran. Siempre buscamos a personas en universidades o entidades porque tienen que superar los 18 años", explica.
Lo más especial de estas actividades es que muchas de las personas que prueban por primera vez el voluntariado se quedan en el programa. La directora de Soñar Despierto subraya que el fin es "cubrir las necesidades" que trasladan los centros y, sobre todo, promover el acogimiento. "Hay gente que lleva muchos años y los tratan como si fuese un hermano", recalca.
LA ADOLESCENCIA
Para los adolescentes, también hay programas de motivación, deportes y clases de español. En cuanto al programa de voluntariado, más de 40 menores han participado durante este año y varios de ellos han estado de vacaciones con las familias. Además, la mayoría sigue en contacto con los voluntarios a través de visitas puntuales los fines de semana.
Una vez que cumplen los 18 años, el apoyo sigue presente. Es el caso del programa 'Un techo para soñar', un proyecto que se desarrolla con entidades sociales que impulsan viviendas para personas vulnerables. Esta iniciativa permite contar con una vivienda estable durante el tiempo que lo necesiten, hasta que realmente estén preparados --emocional y económicamente-- para dar el "salto" a la vida adulta y vivir de forma independiente.
A día de hoy, hay cinco jóvenes que están viviendo en los pisos que tenemos en Villaverde y todos ellos estudian gracias a una beca de Soñar Despierto. Además, hay dos chicas que pasan los fines de semana en la "habitación de emergencia" que durante el curso tienen concedido el recurso de Ciudad Escolar. Asimismo, continuán formándose con una beca de la Fundación Alentia.