MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Festival Internacional de Teatro Madrid Sur llegará en este año a su duodécima edición, que se celebrará del 4 al 28 de octubre, y contará con 6 estrenos y 13 para la Comunidad, con la participación de 28 compañías que ofrecerán al menos 52 representaciones
Entre algunos de los estrenos esperados en la Comunidad están 'El eco del silencio' de Julia Varley, 'Blanca como el jazmín' de Eugenio Barba, 'En las puertas de Europa' de Agustín Iglesias, o Despobladores, de Angel G. de la Aleja.
Las Jornadas de la Universidad Carlos III, la IV Semana de Cine, los encuentros entre escolares de las dos Orillas y la presencia de creadores de Argelia, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, España, Guinea, Marruecos, Perú, Portugal y Turquía vertebran la programación del próximo Festival.
EL Festival estará de nuevo organizado por la Fundación Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo (IITM) y con el apoyo de los municipios de Alcorcón, Aranjuez, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Parla y Rivas Vaciamadrid, y de los Ministerios de Cultura, Exteriores y Cooperación y las Comunidades de Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Valencia.
En palabras de su director, José Monleón, el Festival plantea "lo mismo que en los once años anteriores: pensar con imaginación y celebrar juntos la asamblea lúdica que quiso un día hacer del teatro una forma de conocimiento". "Nos reivindicamos periféricos y dispuestos a trabajar con todos los que se interroguen seriamente por los obstáculos que cierran el paso a la integración de los humanos en un proceso racional de respeto y convivencia", comentó en una carta.
Monleón aseguró también que "desde su nacimiento, el Festival ha querido dar la voz a personajes generalmente ausentes de los escenarios, y, sin embargo, cada vez más presentes en nuestra sociedad". "Si un día el teatro vivió básicamente de las hazañas de los héroes o las andanzas de tipos extraordinarios, o en la otra cara, de estampas y romerías populares, la rebelión de la clase media alteró la norma establecida, y el Teatro se pobló de gentes anodinas, dispuestas a contarnos sus problemas familiares, económicos y sentimentales", explicó.
Justificó la elección de un término como "periféricos" para definirse ellos mismos "en el sentido de que nace de una realidad y un pensamiento que se distingue del 'central' y que integra otros intereses, otros horizontes y otra manera de formalizarse". "Periférico por su dosis de autonomía, de independencia y de atención al bien común, asumiendo su condición de pensamiento en construcción, que quizá tenga en su último horizonte la alternativa entre una ciudadanía planetaria o el diluvio nuclear", explicó.
