Actualizado 17/06/2010 16:24

Economía/Motor.- El presidente de Renault España cree que no se recuperarán las ventas de 2007 hasta dentro de diez años

Asegura que Renault cuenta con un plan de futuro "bastante claro" para mejorar la competitividad y desarrollar nuevas tecnologías

VALLADOLID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Renault España, Jean Pierre Laurent, cree que las cifras de ventas de coches que se registraron en 2007 en España no se recuperarán o se tardará más de diez años, y considera que este mismo año los resultados serán similares a los de 2009, por lo que apostó por "reinventarse".

Laurent se expresó así en el marco del Foro Económico de El Norte de Castilla, donde explicó que tras el crecimiento en los primeros meses de 2010 gracias al Plan 2000E en el segundo semestre se prevé una bajada de un 30 por ciento en las ventas que hará que el volumen sea similar al del ejercicio pasado mientras que en el resto de Europa bajará.

El máximo responsable de Renault España hizo una presentación de la percepción económica del grupo automovilístico, la cual calificó de "muy preocupante", aunque considera que hay que tener "algo de optimismo" porque la empresa cuenta con un plan de futuro "bastante claro".

Laurent considera que en este contexto en el que se prevé la bajada de las ventas, unos crecerán y otros no, pero Renault sí lo hará y para ello considera que hay que "reinventarse" y hay que utilizar otras formas, sistemas y usos de vehículos.

En este sentido, aseguró que se pretende llevar a cabo la "tercera revolución del automóvil", que supondrá una "movilidad para todos pero sostenible" en los próximos años mediante los vehículos ECO2 (económicos y ecológicos).

Para ello, en declaraciones recogidas por Europa Press, explicó que la marca del rombo cuenta con una estrategia global basada en la competitividad porque el gran problema que tienen todos es volver a ser competitivos en toda Europa, también en la del Este.

De esta forma, se ha puesto en marcha un plan para el desarrollo de las nuevas tecnologías porque considera que la única manera de salir de la crisis es la innovación, tanto con la búsqueda de motores más eficientes como con coches más sostenibles.

Así, por un lado se establecerá la gama "normal" que comprenderá los vehículos ECO2 y por otro toda una gama de eléctricos que no contaminarán y que se procurará que sean económicos porque la idea generalizada en la actualidad es que serán caros y se dirigirán a una élite.

En este sentido, insistió en que se trata de buscar un modelo sostenible al alcance de todos, pero para ello considera necesario un cambio en el concepto de coche, en la forma de concebirlo, la producción, el modelo de negocio, los actores y la forma de trabajar.

TRABAJAR MÁS POR MENOS.

Entre estos cambios explicó que la forma de trabajar tendrá que ser transversal para mejorar la competitividad, imagen y sostenibilidad, que es la "llave" de los resultados que se empiezan a cosechar ahora.

La visión de Renault, aseguró, es ser una empresa innovadora, cercana a la gente, a los clientes, pero también para a los empleados y afirmó que es necesario que éstos estén motivados para "trabajar más y ganar menos" porque "no hay otro remedio".

Laurent justificó esta afirmación en el hecho de que la masa salarial en España haya aumentado a un ritmo anual de un 4,1 por ciento, lo que supone un 40 por ciento en diez años, pero frente a ello se ha perdido un 30 por ciento de la productividad, algo que hace años se solucionó con una devaluación, lo que ahora no se puede hacer con el euro.

Así, explicó que se trata de poner en marcha un plan en las factorías para volver a ser competitivos y recuperar ese 30 por ciento de aspectos como los sueldos, los gastos fijos, los costes de proveedores, entre otros, algo que sólo pueden hacer "juntos" y también con las administraciones públicas de la región, del Estado o lo sindicatos, lo que "se está consiguiendo".

En este contexto, aseguró que para ello se firmó un convenio "complicado" para la parte social e hizo mención a los sindicatos por aceptar la negociación de cuestiones importantes como los seis días más de trabajo al año o los dos años y medio de congelación salarial.