MURCIA, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Equipo de Desalinización de Aguas del Instituto murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) concluyó que las cantidades de nitratos que se usan actualmente en la agricultura "son excesivos", y que, con menores dosis, "se podrían conseguir mejores resultados y de forma más económica".

En concreto, estas conclusiones pertenecen a un estudio que se remonta ocho años atrás, con ensayos en cultivos con nitratos en pimiento y melón (este último más reciente), según informó a Europa Press uno de sus investigadores, David Martínez.

El objetivo principal de esta investigación fue "evaluar la nitrificación, ya que es un problema habitual a nivel europeo". Y es que "durante muchos años se ha creado en los agricultores la idea de que, cuanto más nitrógeno se eche al suelo, mayores son las producciones", algo que Martínez desmintió.

Para constatar el error, el equipo de investigación del Imida dispuso de ocho pequeñas parcelas de unos 50 metros cuadrados que actuaron como lisímetros, es decir, como "un cubículo de forma cuadrada, totalmente impermeabilizado, sobre el que se pone una tierra en condiciones normales, mientras que en la parte baja tienen una capa de grava que es lavada del agua de riego".

Para establecer las conclusiones, los investigadores compararon los resultados de un cultivo convencional en el campo de Cartagena con los de un cultivo integrado, que tiene restricciones en cuanto al uso de agroquímicos; y un cultivo ecológico, que es más restrictivo al no utilizar productos químicos, y hace uso de organismos parásitos de otros insectos para combatir plagas, la denominada lucha biológica.

El objetivo principal del funcionamiento de estos tres tipos de cultivo fue "evaluar la nitrificación de nitratos", y sus resultados permitieron al equipo de investigación "que una gran parte de los nitratos que se aportan como abono son lavados del suelo y se van a las partes más profundas".

Así pues, en zonas en las que tienen un nivel freático alto o un nivel alto del acuífero, "esos nitratos están pasando directamente al acuífero, lo que genera dos problemas, uno es que el abono nitrogenado se está yendo directamente sin ser aprovechado por la planta, y por otra parte, puedes provocar contaminación del agua".

Además, en las parcelas de cultivo ecológico, en el que no se utiliza abono químico extra, el grupo del Imida aplicó una cierta cantidad de estiércol, "que ya llevaba mucho nitrógeno", y observó que el cultivo "se comportó prácticamente igual con una densidad de nitratos mucho menores".

DOSIS MÁS MODERADAS.

La solución, según Martínez, es utilizar unas dosis de nitrógeno "más ajustadas que actualmente", puesto que es muy necesario en determinadas fases de crecimiento del cultivo, porque hace a la planta un mayor crecimiento vegetativo en tamaño, y en número de hojas, por ejemplo.

Sin embargo, en otras épocas del cultivo, "cuando lo que se necesita es mejorar la floración y la fructificación, hay otros elementos mucho más importantes, y la reducción del nitrógeno puede ser más que beneficiosa", apuntó Martínez.

Y es que el propio suelo "tiene nitrógeno, y una capacidad propia de aportación de nitrógeno al suelo, ya que cuenta con una serie de bacterias del suelo capaces de fijar el nitrógeno atmosférico al suelo, para dárselo a las plantas".