Actualizado 07/04/2008 12:57

Innova.- El Imida trata de comprobar el efecto de una espuma en el ahorro de hasta un 20% de agua en el riego de césped

MURCIA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Equipo de Desalación de Aguas del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) desarrolló un ensayo para comprobar la efectividad de una espuma en la disminución de hasta un 20 por ciento del consumo de agua en el riego del césped, según informó a Europa Press uno de los investigadores del proyecto, David Martínez.

El ensayo, que se realizó en las instalaciones del Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias de Torre Pacheco, se aplicó esta espuma, que se comercializa con el nombre 'Bioespuma' y que es un sustrato de espuma dura de aminoplast utilizado en cultivo hidropónico que se utiliza como mejorador de la retención de humedad en el suelo.

Su repercusión, si confirma el ahorro de un 20, 30 ó un 15 por ciento de consumo de agua, "se puede aprovechar en toda la Región, de forma que se ahorre un volumen importante de agua en el riego de césped tanto de uso deportivo como de parques y jardines", reconoció Martínez.

En concreto, el estudio consistió en el riego del césped con agua desalada utilizando este sustrato, un material "blanco y fino, que se mezcla con el suelo a determinadas dosis y mantiene el agua más tiempo disponible para la planta, de forma que se pierde menos agua por infiltración por debajo de la zona de desarrollo radicular de las plantas", precisó.

El hecho de trabajar con agua desalada "permite ajustar además las necesidades nutritivas del césped", relató Martínez, quien explicó que el proyecto finalizará en enero de 2009 tras dos años de ejecución y que en el Cifea cuentan con una finca experimental para hacer este tipo de ensayos.

Así pues, apuntó que el sustrato "lleva algún tiempo en el mercado y ya se utiliza en algunos campos de golf", y añadió que "parece que está dando buenos resultados", algo que el equipo investigador se encarga de testar en el Cifea "probándolo a menor escala y otorgándole un carácter más científico", sostuvo.

Para comprobar el efecto de esta 'Bioespuma', el equipo del Imida dispuso sondas de humedad de suelo a cinco y 25 centímetros de profundidad que permitieron determinar el contenido volumétrico de agua en el suelo en litros por metro cuadrado a esas profundidades, lo que permitió conocer la evolución del agua en el perfil del suelo.

Además, estas sondas dieron una idea aproximada a los investigadores para conocer a qué profundidad se desarrollaron las raíces del césped, según declaró Martínez.

"Este sistema permite conocer la profundidad que alcanza el agua de riego, con el interés de evitar su descenso por debajo de un cierto nivel en el que se desarrollan las raíces", precisó. Y es que todo lo que sobrepase ese nivel de profundidad "se pierde hacia capas más profundas y no se está aprovechando", aseveró.

Asimismo, el Cifea contó con una estación climatológica, cuyas lecturas sirvieron para ajustar el riego, y dispusieron de tensiómetros para medir la tensión de humedad del suelo, un parámetro que ayudó al equipo a decidir el momento de la irrigación con el objetivo de "mejorar la eficiencia de aplicación del agua".

El ensayo se desarrolló en tres tipos de parcela, una sin 'Bioespuma', que actuó de testigo, otra con el 100 por ciento de la dosis de 'Bioespuma' que recomendó el fabricante, y otra con el 50 por ciento, al objeto de comprobar las diferencias entre sus cultivos y el ajuste de dicha dosis.

El fabricante, Verheijen Resins bv, es una empresa holandesa que comercializa el producto en España y que cifra en alrededor de un 20 por ciento de ahorro con la aplicación de la 'Bioespuma'.

Este material "se usa también en sacos para cultivo hidropónico, ya que sobre el propio sustrato se pueden desarrollar las raíces perfectamente", señaló Martínez, quien dijo que hay experimentos que lo utilizan para pimientos de invernadero y consiguieron "un ahorro importante de agua".

La Consejería de Educación, Ciencia e Investigación de la Región de Murcia financió este proyecto con la colaboración de Riegos de Levante Murcia (RLM) y Técnicas de Desalación de Agua (Tedagua).