Manifestantes en Murcia
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 5 octubre 2017 16:52

MURCIA, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

La empresa encargada de las obras de soterramiento de las vías a su paso por la ciudad de Murcia, Aldesa, ha reconocido este jueves que sus trabajadores tienen "miedo" ante la espiral de "violencia" que se está viviendo en la zona contra ellos y reconoce que no descartan abandonar el proyecto, que no es otro que "el soterramiento de las vías, que es lo que Adif nos ha contratado".

En declaraciones realizadas para Onda Cero y recogidas por Europa Press del responsable de Obra Civil de Aldesa, Guillermo Rey, ha reconocido que no les gusta verse en "ese escenario", ya que ellos quieren cumplir el contrato que tienen con Adif para ejecutar una obra que "consiste, principalmente, en el soterramiento de las vías a la entrada a la ciudad de Murcia", ha resaltado.

Por eso no entiende "toda esta problemática que se ha generado" en Murcia y que no se ha encontrado en ningún otro lugar de España ni del resto del Mundo, a pesar de ejecutar más de 1.200 kilómetros de vías.

Rey quiso dejar claro que el encargo ya contratado con Adif es de soterrar las vías del tren, pero para poder hacerlo y no cortar el transito ferroviario y dejar Murcia aislada por ferrocarril es necesario instalar una vía provisional, que ya estaba muy avanzada y estaría acabada en el primer trimestre de 2018, para poder empezar con el soterramiento -"ya contratado", insiste- en el lugar donde están las vías actuales.

"Las obras iban a buen ritmo", pero se han visto frenadas por esta situación "de violencia", ha lamentado.

La empresa, ha contado, está preocupada sobre todo "por la seguridad de sus trabajadores", que es algo que, "en este momento, hemos visto en peligro", ya que, ha valorado, los actos que se están viviendo en los últimos días "no son manifestaciones ni vandalismo, es violencia".

Por ello no descarta "nada". "Si esto sigue de forma reiterada nos preocupa la seguridad de nuestros trabajadores", en primer lugar, pero también tendrían que hacer frente a grandes "sobrecostes que se están produciendo".

El abandonar la obra supondría alargar plazos, porque habría que rescindir contrato con la actual adjudicataria y, posteriormente, habría que volver a aprobar proyectos, licitar y adjudicar las obras de soterramiento, lo que lo alargaría varios años más.

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