FREMM reitera a los sindicatos su propuesta de adelantar a otoño la negociación del nuevo convenio

MURCIA 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (FREMM) ha afirmado que "mantiene su oferta de diálogo abierta" ante los representantes de los sindicatos convocantes de la huelga en Navantia, y les ha pedido "el cese inmediato de las acciones de violencia y coacción, si su voluntad es la de llegar a un acuerdo", solicitud formulada durante la reunión celebrada hoy en FREMM.

Desde la federación, han afirmado a través de un comunicado que la Región de Murcia se ha "erigido en un núcleo de recepción de inversiones generadoras de empleo durante más de 30 años por su capacidad de diálogo social y alcance de acuerdos, con el fin de aportar bienestar a trabajadores y empresas".

Como ejemplo señalan el convenio vigente que concluye a finales de 2025 y fue firmado hace dos años con CCOO y UGT, los dos sindicatos con representatividad legal en la negociación del sector.

Desde la federación, han afirmado que "es el mejor convenio laboral alcanzado a nivel regional de todos sectores, beneficiando a más de 30.000 trabajadores y, ahora, no puede verse perjudicado por la voluntad de unos pocos". Así, han señalado que este convenio "ha sido mejorado por las empresas de nuestro sector, ya que más del 90% de los trabajadores está por encima del mismo".

SOLUCIONES

Asimismo, desde la federación han explicado que, "ante la inminente finalización del acuerdo y debido a la complejidad que conlleva concertar un documento legal de estas características, la federación ya accedió antes de la convocatoria de huelga a adelantar a otoño el inicio de la mesa de negociación del próximo convenio, al ser el foro oficial donde los representantes de las empresas y sindicales pueden exponer libremente sus posiciones en busca de acuerdos. Con ello, se está dando protección legal tanto a los trabajadores como a las empresas".

CONSECUENCIAS

Según FREMM, las empresas auxiliares del metal están haciendo un "gran esfuerzo" por adecuarse a las necesidades de las compañías tractoras y de un mercado en continua evolución, propulsando, así, el desarrollo local y regional.

Por ello, entienden que estas movilizaciones "ponen en riesgo futuras inversiones y la generación de empleo que conllevan".