La hija de la asesinada ratifica que su padre maltrataba a su madre de forma "constante"

Publicado: martes, 13 diciembre 2022 13:33

La pareja a la que el acusado recurrió tras el crimen afirma que el individuo les confesó que había matado a su mujer

MURCIA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

La hija de la mujer asesinada de un disparo en el pecho en agosto de 2020 en Águilas (Murcia), ha ratificado que su padre --acusado del crimen--, era "celoso, tóxico" y maltrataba a su madre "física y psicológicamente" de forma "constante y durante muchos años".

Así lo ha hecho saber la hija del matrimonio durante su comparecencia en calidad de testigo en la segunda sesión del juicio que se desarrolla en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia.

La testigo, que era menor de edad en el momento del crimen, ha comparecido separada por un biombo del acusado. Durante su intervención ha reconocido que la relación entre sus padres "no era nada buena" ya que su progenitor "maltrataba a su madre" de forma sistemática.

"Ella, que ha sido padre y madre en todo momento, aguantaba por sus hijos", según la testigo, quien ha recordado que la víctima era una mujer que estaba "muerta en vida porque el maltrato físico y psicológico era constante". Además, ha explicado que había "infidelidades constantes" por parte de su progenitor y su madre siempre le perdonaba.

Ha defendido que la asesinada era una mujer "trabajadora" y el acusado "no era, de hecho, ni un padre, porque era como si no estuviese". "Él era celoso, tóxico, y siempre habían discusiones en casa, siempre estaba maltratándonos", ha insistido.

En este sentido, ha considerado que eran circunstancias que "se quedaban en casa" y desconoce si los vecinos o el entorno conocía la situación de maltrato. "Imagino que lo escucharían, pero no se entrometerían en asuntos familiares", ha deducido.

SU PADRE LES INCITÓ A IRSE A LA PLAYA EL DÍA DEL CRIMEN

El día del crimen, ha señalado que su padre le incitó a ella y a su hermano a ir a la playa. Sobre las 20.00 horas, recibió una llamada de su progenitor preguntando dónde estaban. "Le dije que estábamos a unos 5 minutos de casa; le pregunté si pasaba algo y me contestó que no sucedía nada", según la testigo, que percibió que su padre estaba "normal".

Instantes después, vio a su padre conduciendo el vehículo de su madre, él puso "cara de susto y aceleró". "Cuando subimos a casa, vi a mi madre acostada y tapada con una sábana blanca", ha señalado la hija, a quien le extrañó que su progenitora estuviera durmiendo porque a esa hora debía estar trabajando.

Llegados a este punto del juicio, la testigo ha roto a llorar y la jueza le ha recomendado que se tomara su tiempo para declarar. "Mi madre estaba muerta", ha señalado la testigo, quien telefoneó a emergencias y realizó numerosas llamadas porque estaba muy nerviosa. Asimismo, trató de apartar a su hermano para que no viera la imagen.

Ella llamó a su padre y le dijo que "nunca iba a perdonar" lo que les había hecho. "Él me colgó y nunca más hemos vuelto a hablar", ha aseverado.

SU MADRE TENÍA "MIEDO"

Ha asegurado que su madre "tenía miedo" de su padre, hasta el punto de que, cuando el acusado salió de la cárcel en 2020 --donde cumplió condena por un delito de tráfico de drogas--, ella pedía a su hijo que se quedara a dormir con ella porque temía que le hiciera daño. Además, ha ratificado que su madre tenía intención de separarse de su padre, y él era consciente de ello.

En este sentido, ella cree que su padre "no está arrepentido" del crimen. De hecho, ha explicado que en Águilas se rumorea que un hombre que ha estado en prisión con su progenitor ha divulgado que el acusado volvería a cometer el crimen.

A este respecto, ha reconocido que su padre fumaba un porro de hachís para dormir y, de hecho, se dedicaba al tráfico de drogas "a espaldas" de la familia. Si embargo, ella notó el día del crimen que la voz de él era "normal" durante la conversación telefónica que mantuvieron.

"CONFESÓ QUE HABÍA MATADO A SU MUJER"

También ha comparecido en calidad de testigo una vecina del matrimonio y ex pareja de un compañero de trabajo del acusado. La noche en la que todo ocurrió, ha recordado que ambos estaban en Calabardina cuando recibieron la llamada del procesado, que estaba "muy nervioso".

Se encontraron en una casa de campo en la que el acusado les confesó que había matado a su mujer, pero no les dijo que fuera un accidente ni se arrepintió. "Llegó sudando cuando, a lo mejor, había pasado una hora o dos" desde la llamada, según la testigo, que vio al individuo con los ojos "desencajados y atacado vivo".

A su juicio, el acusado no estaba bajo el efecto de ningún tipo de droga en ese momento. En ese encuentro, el individuo les contó su intención de huir a Marruecos y les dijo que no quería entregarse a la Policía, momento en el que ella y su ex pareja acudieron a la Guardia Civil.

Cabe recordar que el procesado atribuyó la posesión del arma, precisamente, a la ex pareja de esta testigo. A este respecto, ella ha desmentido que su entonces novio se deshiciera de las armas esa misma noche, porque ella le acompañó "en todo momento".

"CONTÓ A TODO EL BARRIO QUE QUERÍA MATAR A SU MUJER"

A continuación, también ha comparecido en calidad de testigo el hombre al que el acusado atribuye la posesión de la escopeta. Ambos se conocían desde hace 20 años y, de hecho, ambos fueron compañeros de celda en 2020.

A preguntas del Fiscal, ha reconocido que la relación del acusado y la víctima era "catastrófica" y arrastraban problemas desde que el encausado estuvo en prisión. Asimismo, ha reconocido que el acusado había contado "a todo el barrio" que tenía intención de matar a su mujer.

No obstante, el testigo ha desmentido tajantemente que él le diera una escopeta al procesado. "Jamás le di un arma", ha asegurado. A su juicio, el acusado le ha atribuido esa responsabilida porque fue precisamente él quien le entregó a la Guardia Civil.

De hecho, ha señalado que él nunca tuvo armas. "No sé de dónde sacó la escopeta", ha zanjado el testigo, que desconoce qué hizo el acusado con la escopeta tras cometer el crimen.

El día de los hechos, sobre las 18.00 horas, el acusado le llamó y lo vio nervioso. "Me dijo que estaba muy mal, que se había peleado y que su mujer le había puesto fecha para que se fuera de la casa", según el testigo, quien recomendó en ese momento al acusado que tuviera "calma".

La siguiente vez que le vio fue sobre las 20.30 o 21.00 horas, cuando el acusado del crimen llegó a su casa de campo "sudado y nervioso, loco perdido" diciendo que "había matado a su mujer de un tiro". "Tuve miedo de él, bajé al pueblo y, en cuanto vi al teniente de la Guardia Civil, le dije lo que había pasado", ha recordado.

Ha señalado que el procesado estaba "en su sano juicio" cuando acudió a su casa de campo. "No quería entregarse, su intención era huir y me pidió que le escondiera dos días o tres", según el testigo, quien acordó con la Guardia Civil la entrega del individuo.

Por otro lado, ha asegurado que no ha visto al acusado beber alcohol o consumir hachís "en la vida" porque "es musulmán". "Si ahora quiere decir eso para que le quiten años, que se olvide", ha zanjado.

"IBA A ESCAPAR"

Ha declarado otro vecino del matrimonio en calidad de testigo, señalando que ella tenía todo preparado para escapar un día o dos antes del crimen con sus hijos. "No le dio tiempo", ha lamentado este hombre, quien ha explicado que la víctima le confesó que no quería "más palizas".

Asimismo, ha señalado que vio al acusado unos días antes del crimen bajando hacia la cochera con una escopeta envuelta en una sábana o toalla. "Sabía que era una escopeta por la forma de cogerla", ha aseverado.

El día de los hechos, el testigo se encontraba en su casa y escuchó una gran explosión, de forma que llegó a sospechar que podía ser un disparo. "Me encontré con él tras el crimen y me saludó como si nada, con frialdad", ha señalado.

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