CARTAGENA (MURCIA), 19 (EUROPA PRESS)
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Cartagena aprobará este jueves una nueva ordenanza de quioscos que amplía de forma sustancial las actividades que pueden desarrollarse en estos puestos para "reforzar su viabilidad económica y acercar más servicios a los barrios y diputaciones". Según ha explicado la alcaldesa, Noelia Arroyo, se van a aprovechar estas instalaciones tradicionales "para atender necesidades modernas, garantizar el empleo y dar mejores servicios cerca de los cartageneros".
"Donde antes solo se podía comprar prensa, ahora podrás comprar entradas, recoger un paquete o recargar la tarjeta del autobús", ha explicado la alcaldesa. En los quioscos también se autoriza la venta de bebidas envasadas, cafés de cápsula y helados, dentro de los límites previstos para cada tipo y sin que puedan transformarse en establecimientos de hostelería, actividad que seguirá prohibida salvo autorización expresa, según informaron fuentes municipales en una nota de prensa.
La ordenanza define tres tipos de quioscos: el tradicional, el de helados artesanales y el de churros y masas fritas, todos sometidos a exigencias sanitarias y técnicas específicas "Cada tipo de quiosco tendrá sus condiciones concretas para garantizar la salud de los usuarios y la seguridad de las instalaciones", ha apuntado.
El régimen de concesión se configura como uso privativo del dominio público municipal, con licitación obligatoria y títulos de diez años, prorrogables hasta un máximo de veinte. El titular de la concesión deberá atender personalmente el quiosco y solo podrá incorporar hasta dos auxiliares contratados.
La ordenanza incorpora también criterios urbanísticos y funcionales: establece distancias mínimas entre quioscos, fija condiciones para la instalación de publicidad y garantiza la accesibilidad en los espacios donde se ubiquen, de manera que las casetas no dificulten el tránsito peatonal ni el uso de otros servicios públicos.
La nueva regulación es el resultado de un proceso de consulta pública, la emisión de informes sectoriales y un periodo de exposición sin alegaciones por parte de organizaciones empresariales. El Ayuntamiento interpreta esta ausencia de objeciones como una confirmación del consenso técnico sobre la necesidad de actualizar la ordenanza y adaptar los quioscos a la demanda actual de servicios de proximidad.