La Región registra un accidente laboral mortal en el primer trimestre, cinco menos que en 2013

MURCIA 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Región de Murcia ha registrado un accidente laboral mortal en el primer trimestre de 2014, cinco menos que en 2013, según el Boletín de Siniestralidad Laboral elaborado por el departamento de Prevención de Riesgos Laborales de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (CROEM) con los últimos datos oficiales de siniestralidad facilitados por el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región de Murcia.

El número de accidentes mortales en jornada de trabajo contabilizados en la Región de Murcia hasta ahora ha disminuido en cinco en términos absolutos en los tres primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2013, lo que supone una disminución del 83,3 por ciento. Los accidentes 'in itínere' no experimentan variación, contabilizando dos accidentes de carácter mortal, misma cifra obtenida en 2013.

Hasta la fecha se han producido en la Región 3.512 accidentes de trabajo con baja. De ellos, 3.055 (86,9 por ciento) sucedieron durante la jornada laboral, y el resto 457 (13,1 por ciento) ocurrieron al ir o al volver del lugar de trabajo, lo que se denomina accidentes 'in itínere', según informaron fuentes de CROEM en un comunicado.

Por otra parte, el número de accidentes laborales con baja en jornada de trabajo durante el periodo comprendido entre enero y marzo 2014 ha aumentado un 10,29 por ciento en comparación con el año anterior. Por sectores de actividad, el sector Servicios es el que presenta mayor número de accidentes registrados (1.411), seguido de Agricultura (762), Industria (656) y Construcción (226).

Según el boletín de CROEM, el Índice de Incidencia (número de accidentes de trabajo registrados por cada cien mil trabajadores con las contingencias cubiertas), correspondiente al primer trimestre del año, ha aumentado un 8,08 por ciento en comparación con el obtenido en el periodo entre enero y marzo de 2013, lo que supone 57,17 accidentes más.

Aunque los datos relativos a la accidentalidad con resultado mortal deben verse como positivos, no pueden ser satisfactorios porque un solo accidente mortal supone un coste humano que resulta inadmisible.