MURCIA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un joven de 32 años, Mario A.G, se entregó ayer a la Policía tras dos horas pertrechado en el rellano de la escalera de su vivienda, armado con un hacha con la que había agredido a uno de sus hermanos, de carácter leve, así como amenazado a otra hermana y a su madre, además de destrozar el mobiliario y los enseres del domicilio.
Los hechos ocurrieron sobre las 15.30 horas, cuando la sala del 092 recibió una llamada alertando de un posible caso de violencia doméstica en la pedanía de Espinardo, informaron a Europa Press fuentes de la Policía Local de Murcia.
Al llegar, los agentes encontraron a una mujer de 65 años y a dos de sus hijos, un hombre y una mujer, en la planta baja de la vivienda, donde se habían refugiado huyendo del agresor, que "estaba como loco, rompiéndolo todo" con un hacha vieja y amenazando con matar a sus familiares, según el relato policial.
De hecho, el sospechoso llegó a golpear con el hacha a su hermano, sin causarle heridas graves ya que afortunadamente no estaba afilada, cuando éste se plantó en la puerta del piso de arriba para permitir que su madre y hermana pudieran escapar.
El agresor, que tenía una orden de alejamiento de su madre y hermana por malos tratos, dictada por el juzgado de instrucción número 5 de Murcia, continuó sus amenazas y con su actitud violenta a la llegada de los agentes.
Así, y todavía esgrimiendo el hacha, se pertrechó en el rellano de la escalera y se negó a bajar, por lo que se solicitó la colaboración de la Policía Nacional. Fue dos horas después, cuando los efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se apostaron frente a la escalera, equipados con autodefensas y equipo especializado, cuando el sospechoso se lo pensó mejor y decidió entregarse.
