MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Mohamed Nidal Acaid, propietario de la finca de Morata de Tajuña, donde se almacenaron y prepararon los explosivos utilizados en los atentados del 11 de marzo de 2004, indicó hoy que la policía no se interesó por la vivienda tras su detención en 2001 y aclaró que no se trataba de su vivienda habitual y que únicamente la ocupaba con su familia algunos fines de semana.
Indicó que compró el terreno a mediados de 1997 y dijo desconocer a qué personas se alquiló la casa después de su detención ya que se encontraba encarcelado. Nidal Acaid se encuentra preso en la cárcel de Palencia por su relación con una célula de caracter islamista cercana a la organización Al Qaeda.
El testigo añadió que se quedó "totalmente sorprendido" cuando supo para qué se había utilizado su vivienda, después de la masacre. "Me enteré en prisión, me volví loco, estaba totalmente sorprendido", dijo.
Reconoció, además, conocer a los hermanos Mouhannah y Moutaz Almallah Dabbas y explicó que el arrendamiento de la vivienda se realizó con la intermediación de un amigo.
La esposa de Nidal Acaid, Nayad, declaró hace semanas en el juicio y reconoció a Jamal Ahmidan, alias "El Chino", como la persona que alquiló la casa utilizando un nombre falso. La finca había sido alquilada anteriormente a Mustaphá Maimouni, encarcelado en Marruecos por su relación con el atentado de Casablanca.
ARTEFACTO EN UN COLCHÓN
Por su parte, uno de los tedax que declaró hoy ante la sala relató que en el registro posterior a la explosión en la casa de Leganés en la que murieron siete terroristas islamistas localizaron un colchón doblado y al abrirlo se detectó un artefacto. Ante su localización se desalojó la zona y se comprobó que el detonador no estaba conectado al explosivo.
Relató, además, que dentro de una de las mochilas encontradas una vez se vació la piscina detectaron un subfusil. El agente relató además el estado en el que se encontraban dos de los cadáveres que vió aquel día. Indicó que uno de ellos no portaba camisa y que le voltearon para comprobar que no portara ninguna bomba. Habló también de que observó distintos restos humanos, por ejemplo, un hueso adosado a un pedazo de explosivo
