11-M.- García Castaño dice que el piso de Leganés se localizó el 3 por la mañana a través del rastreo de un teléfono

Actualizado: martes, 24 abril 2007 20:56

MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

El comisario Enrique García Castaño, responsable de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) en el momento de los atentados precisó hoy ante el tribunal que el piso de Leganés donde se escondía la célula islamista y donde se produjo el suicidio de siete de sus miembros el 3 de abril, se localizó durante la mañana del día de la explosión cuando detectaron una llamada efectuada desde un número de teléfono muy similar al del huido Said Berraj dirigida a una inmobiliaria de esta localidad madrileña.

"Tras los atentados sabíamos que había un grupo de gente que estaba sin control y que tenían explosivos y el Comisario General de Información, Jesús de la Morena, nos dio orden de que nos pusieramos en marcha para averiguar donde estaban", explicó. Así, comenzaron a revisar todas las pruebas de las que se disponían y descubrieron un número de teléfono que sólo difería del del huido Said Berraj en unas cifras y que había efectuado una llamada a un teléfono fijo que resultó ser una inmobiliaria de Leganés.

Estas gestiones, concretó, se realizaron el día 3 por la mañana. Sobre las dos de la tarde, añadió, se desplazaron a la empresa de venta y alquiler de viviendas funcionarios policiales que averiguaron que se había alquilado un piso a un ciudadano árabe hacía un mes. El contrato se encontraba a nombre de otro de los huídos Mohamed Belhadj.

"AQUÍ NO VIVE NINGÚN PEPE"

Una hora después, los agentes se acercaron a la vivienda y llamaron al telefonillo de la casa ocupada por los terroristas "preguntando por Pepe", destacó. "Aquí no vive ningún Pepe" respondió, según describió, una persona con acento árabe desde el interior. Añadió que poco después el acusado Abdelmajid Bouchar bajó con una bolsa de basura, detectó a los policías y huyó, desencadenando los sucesos posteriores.

El comisario indicó que el momento de los hechos se encontraba en Parla donde se había desplazada para atender al hermano del suicida Abdenabi Kounjaa que se había personado en comisaría para proponer que le condujeran a hablar con su hermano ya que pensaba que tenía intención de suicidarse. No obstante, destacó que esta propuesta no fue aceptada por los superiores.

García Castaño concretó, además, a preguntas de las acusaciones particulares, que el policía que residía en la vivienda vecina a la de los suicidas en Leganés no pertenecía a su misma área en la UCAO y, por tanto, no dependía de él.

MANDATO JUDICIAL

El testigo describió, además, las gestiones realizadas sobre la tarjeta de móvil AMENA encontrada en el teléfono móvil conectado al explosivo en la mochila desactivada en el Parque Azorín del distrito madrileño de Vallecas.

Aseguró que recibió la tarjeta sobre las diez de la mañana del día 12 de manos de De la Morena. A preguntas del abogado defensor de Jamal Zougam, José Luis Abascal, sobre si la gestión realizada en la compañía telefónica para obtener los datos de la misma se realizó previo envío de mandato judicial indicó que cualquier actuación que se realiza está apoyada en este.

Concretó, no obstante, que él no es el encargado de solicitar esos mandamientos y que tanto él como el jefe de seguridad de AMENA, el ex comisario de la Policía Domingo Ríos, que le proporcionó la información de la tarjeta, consideraron que existía. "Un GEO cuando tira una puerta de una casa no pide el mandamiento hay otra persona que lo pide", describió.

El comisario dijo que transmitió los datos obtenidos en la investigación a De la Morena y éste dió parte de los mismos a la Unidad Central de Información Exterior (UCIE). Personal de su unidad se dirigió, además, a la tienda donde se había vendido la tarjeta para realizar un "primer tanteo", añadió. Ante las respuestas ambiguas del propietario del comercio funcionarios de otra unidad regresaron al día siguiente, momento en que el dueño de la tienda dice quien fue el comprador de la tarjeta: el acusado Jamal Zougam, expresó.