11-M.- El hermano de Afalah no sabe si está muerto aunque su padre recibió una llamada anunciándole su muerte

Actualizado: martes, 13 marzo 2007 14:21

MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

Ibrahim Afalah, imputado y finalmente no procesado en relación con el 11-M, hermano del huido Mohamed Afalah, aseguró hoy que no tiene ningún dato que certifique que esté "muerto" como considera acreditado la Policía que le implica en un atentado suicida con un vehículo en Irak. Poco después matizó esta declaración y aseguró que su familia sabe de la muerte de éste por "una llamada que hicieron" a su padre.

Explicó que su padre le dijo que el propio Mohamed Afalah le llamó unos días antes del presunto suicidio y después le contó que le había "llamado un tío" y que le había dicho que estaba muerto.

A preguntas de las acusaciones particulares y las defensas, el testigo indicó que las autoridades han solicitado a su familia muestras de ADN con objeto de cotejarlas con las disponibles de Mohamed Afalah.

Afalah relató además que su hermano le solicitó en una ocasión que acudiera a una dirección de Lavapiés para pedir "2.000 o 3.000 euros" a otra de las personas que estuvieron imputadas por su relación con los atentados, Abdennabid Chedadi. Los hermanos Chedadi fueron acusados de recaudar fondos en el barrio de Lavapiés en apoyo a los muyaidines de Irak y Afganistán y uno de ellos, se encuentra encarcelado tras la desarticulación en diciembre de 2001 de la célula liderada por Eddin Barakat Yarkas, "Abu Dahdah".

El abogado de Mohamed Moussaten, realizó al testigo varias preguntas relativas a sus sucesivas declaraciones ante la policía y los juzgados en un intento por esclarecer si "los golpes" recibidos por Afalah durante los interrogatorios pudieron influir en su testimonio. El testigo aseguró que se limitó a decirles lo que sabía y que nunca le prometieron quedar en libertad si confesaba lo que ellos querían.

Ibrahim Afalah especificó que no ha vuelto a tener contacto con la policía y dijo: "desde que se enteraron de que mi hermano había muerto no volvieron a llamarme".

En cuanto al acusado por la autoría material de los atentados, Jamal Zougam, el testigo indicó que acompañó en una ocasión a su hermano Mohamed al locutorio regentado por éste ya que tenía el teléfono móvil estropeado. En esa ocasión Zougam y Mohamed Afalah "se dieron la mano", gesto que Ibrahim interpretó como "el normal entre marroquíes".

Especificó, además, que utilizó copias de las llaves del vehículo Volkswagen Golf que abandonó su hermano en la estación de Barcelona para ir a recorger el coche y que nadie se las proporcionó.