11-M.- El juez Velasco remite a Garzón la investigación sobre dos imputados que apoyaron a huidos tras los atentados

Actualizado: martes, 2 diciembre 2008 19:01

MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco remitió hoy a su compañero Baltasar Garzón las diligencias abiertas en su Juzgado contra dos imputados que colaboraron en la huída de varios implicados en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid --Kamal Ahbar y Samir Tahtah-- al considerar que los hechos por los que les investigaba son coincidentes con los instruidos por Garzón en el sumario de la conocida como 'Operación Tigris'.

A pesar de esta inhibición, el actual titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 mantiene abiertas las diligencias previas 309/2005, en las que imputa delitos de terrorismo a otros acusados de prestar ayuda a huidos después de la masacre como Mohamed Belhadj o Daoud Ouhnane. Entre los imputados se encuentra Abdelkrim Lebchina, acusado a ayudar a escapar al imputado como autor de los atentados Abdelilah Hriz.

Tanto Tahtah como Ahbar fueron detenidos en 2005 en la vivienda de la localidad de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) utilizada por los integrantes de la red Tigris, dedicada al envío de 'muyahidines' desde España a zonas como Irak.

A Ahbar, que declaró como testigo en el juicio del 11-M, se le atribuyen envíos de dinero a Mohamed Afallah, que logró escapar de la Península Ibérica y al que se considera fallecido. Por su parte, Tahtah está acusado de facilitar al suicida el pasaporte que le permitió trasladarse desde Turquía hasta Irak.

El juez Velasco ha ordenado remitir la competencia a Garzón "ante la identidad de hechos y de imputaciones" en el caso de estos dos imputados que permite "unificar la investigación y la acusación en su solo procedimiento".

OPERACIÓN TIGRIS

Garzón procesó en 2007 a 32 acusados de integración y colaboración con organización terroristas detenidos en las distintas fases de la 'Operación Tigris'. La instrucción realizada por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 concluye que la red Tigris estaba vertebrada con un objetivo común, que era el envío de "muyahidines" desde la Península Ibérica a Iraq, con el objetivo añadido del tráfico de armas y de drogas en el caso de uno de los grupos, organizado en Ceuta.

Los integrantes de las "células" se comunicaban a través de un amplio entramado de correos electrónicos mediante los que se transmitían instrucciones, claves o consignas, además de apoyo financiero. También utilizaban los "e-mail" para coordinarse con sus líderes en Siria y Marruecos.

Garzón considera que utilizaban un sistema de "microfinanciación" por medio de delitos comunes, tráfico de estupefacientes, aportaciones en especie (teléfonos móviles) o con pequeñas cantidades remitidas directamente a los miembros de la red "yihadista" que lo precisaban para obtener los fines propuestos.

Del total de procesados, 19 lo fueron por un delito de integración en organización terrorista, mientras que el resto están acusados de colaboración. A dos de ellos también se les imputan delitos de falsificación, y a uno de tráfico de estupefacientes.