MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El comisario de la División General de Investigaciones Especiales italiana (DIGOS), división policial especializada en la lucha contra el terrorismo, detalló hoy ante el tribunal la investigación llevada a cabo en Milán sobre el considerado autor intelectual de los atentados Rabei Osman El Sayed, alias "Mohamed El Egipcio" y describió el resultado de las escuchas teléfonicas y ambientales practicadas al acusado. Así, se refirió a una conversación mantenida con un joven de nombre Yahia, su discípulo, en la que a modo de confidencia le dice que el atentado de Madrid fue "un proyecto suyo" y que los "mártires" eran sus amigos.
El testigo explicó que Osman El Sayed realizó varias referencias a los hechos de Madrid tanto en llamadas como en su casa. Así se refirió a una comunicación mantenida con Mourat Chabarou, encarcelado en Bélgica por colaboración con organización terrorista, en la que "El Egipcio" le dice que Serhane Ben Abdelmajid Fakhet alias "Serhane El Tunecino" --uno de los suicidas de Leganés-- y el acusado Fouat El Morabit estaban "con Dios".
Esa conversación celebrada el día 24 de mayo de 2004, aceleró las investigaciones de la policía italiana ya que en ella Chabarou da a entender que en 15 o 20 días partiría a una misión suicida para que "su destino se cumpliera frente a Dios", indicó el testigo. La División entendió que ambos hablaban de un proyecto inminente de atentado y dió inmediato aviso a las autoridades belgas, españolas y francesas.
No obstante, la alusión más directa a la masacre de Madrid se produce días más tarde, el 27 de mayo, explicó el agente. Fue entonces cuando en un contexto general en el que Osman El Sayed habla a su discípulo de yihad le confiesa que fue uno de los encargados de idear los atentados y alude a que fue un proyecto suyo.
En grabaciones posteriores la policía italiana escuchó como "Mohamed El Egipcio" entrega una cinta de audio a Yahia y le dice que era la cinta "que los jóvenes de Madrid escuchaban para vencer el miedo".
RELACIÓN CON YAHIA
El agente explicó que a partir del 13 de mayo se produjo el primer contacto telefónico entre el acusado y Yahia, hermano de un amigo de Osman El Sayed que residía en Francia y con el que solía conversar. Yahia se convirtió, a partir de ese momento en su discípulo, y ambos mantenían conversaciones y contactos diarios de forma estable, añadió. Yahia solía acudir al apartamento de Vía Cadore y la mayoría de las conversaciones grabadas en el interior de la casa son entre ambos.
"Los diálogos más interesantes son en las que Osman El Sayed hacia funciones de enseñanza y adoctrinamiento de este joven en el islam radical", explicó el testigo que dijo que en esos momento siempre estaban solos ya que evitaba hablar de esos temas delante de terceros.
Las conversaciones eran principalmente de caracter religioso ya que Osman El Sayed enseñaba al joven a rezar e intentaba transmitirle los principios más radicales del islam, dijo. "Hablaban de la yihad, del matirio, le enseñaba videos radicales con escenas de muyaidines, le hacía escuchar cintas en las que se hablaba de los martires y el sacrificio por Dios", afirmó el comisario.
En su opinión esta labor constante y diaria desembocó en que el joven quedara convencido y se declarara dispuetso "al martirio a través del suicidio".
El comisario se refirió a otras pruebas de la relación de "Mohamed El Egipcio" con los atentados del 11 de marzo de 2004 como la petición realizada por el acusado a Yahia una vez detenido en que Osman El Sayed le hace "jurar" que "no le traicionará" y le pide un abogado islámico porque van a implicarle por los hechos de Madrid.
Además, citó la cuenta de correo abierta por el acusado en la que pone como fecha de nacimiento el día 11 de marzo de 1970 y el contenido del ordenador incautado en el domicilio en que el se localizaron centenares de archivos de páginas yihadista, documentos ideológicos, proclamas de líderes de Al Qaeda u otras organizaciones como la Jamaa Islamiya.
BOMBAS CON MÓVILES
El testigo hizo también referencia a la existencia de páginas con instrucciones sobre cómo fabricar bombas que quedaban introducidas en maletines y se activaban mediante teléfonos móviles. "Había fotos de los artefactos bajadas de la páginas" dijo y añadió que "El Egipcio" se había descargado un software a través del cúal se podía mandar impulsos a varios móviles para conectarlos a la vez.
Mencionó también una conversación de junio de 2004 en la que "El Egipcio" se refiere al uso de secadores de pelo para extender una sustancia mortal venenosa y a la localización en la vivienda de un papel con anotaciones con la fecha del 11-M y las palabras mártires y explosivos.
El testigo relató que la investigación se inició a finales de marzo de 2004 tras recibir información por parte de la policía española que proporcionó un número de tarjeta SIM que había sido localizado en manos de uno de los acusados por los atentados, Fouat El Morabit.
Después del desarrollo de las investigaciones que condujeron a la identificación de Rabei Osman como el propietario de la tarjeta, la policía italiana localizó la vivienda en la que residía situada en la calle Cadore de Milán y perteneciente al cuñado del acusado, que se encontraba en aquel momento de viaje en Siria.
El comisario relató que en aquel momento Rabei trabajaba en ocasiones como pintor y vivía junto a otros dos extranjeros que trabajaban en una pizzeria. Osman llevaba, aseguró, "una vida muy reservada", pasaba la mayor parte del tiempo en el interior de la vivienda y frecuentaba la mezquita de Milan habitualmente.
Indicó a preguntas de la fiscal Olga Sánchez que recibieron la autorización necesario realizar escuchas en el móvil de Osman El Sayed. "Realizamos otras escuchas relativas al teléfono fijo de la casa de Cadore y de móviles de otras personas que estaban en contacto con Rabei", añadió el comisario. El seguimiento se amplió a escuchas ambientales en el interior de la vivienda y escuchas telemáticas (internet).
La mayor parte de las llamadas del acusado se dirigían a Egipto, Bélgica y España, en este último caso se ponía en contacto en particular con el acusado Fouat El Morabit, dijo.
La División colocó dos micrófonos en la casa tra autorización del fiscak de Milán y realizaron seguimientos las 24 horas desde el inicio de la localización. Todas las escuchas quedaron grabadas en soporte informático en tiempo real aunque la necesidad de traducción de las conversaciones retrasaba el resultado unas horas en el caso de las comunicaciones teléfonicas y días en el caso de las ambientales.
