22-M.- Trias aboga por echar a cualquier responsable político sospechoso de corrupción

BARCELONA 11 May. (EUROPA PRESS) -

El candidato de CiU a la Alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, ha apostado por echar a cualquier responsable público que sea sospechoso de corrupción aunque luego se acabe determinando que no ha cometido ninguna irregularidad, y ha reclamado actuar con "transparencia".

Lo ha defendido en el debate organizado por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (Favb) con los cinco candidatos con representación en el consistorio, tras un mandato en que este se ha visto salpicado por el caso del hotel del Palau y la presunta trama de corrupción de Ciutat Vella en la concesión de licencias.

"Cuando tienes la sospecha de alguien lo echas fuera", ha reclamado Trias, lo que ha ejemplificado con lo que hizo con su conseller de distrito de Ciutat Vella Victor Badia (UDC), cuyo nombre apareció en el sumario de la trama de Ciutat Vella.

En este mandato, el alcalde y candidato socialista a la reelección, Jordi Hereu, sólo ha despojado de sus responsabilidades de urbanismo al teniente de alcalde Ramón García Bragado y al gerente Ramon Massaguer pese a estar imputados por el caso del Hotel del Palau, mientras que ha mantenido al edil Roger Pallarols, aunque figura entre los cargos municipales citados en el sumario de la trama de Ciutat Vella.

Hereu ha afirmado que la actuación de dos o tres, en referencia a los funcionarios apartados por la trama de licencias, no debe poner en duda el buen funcionamiento de las instituciones, y ha resaltado que todos tienen "el mismo objetivo del combate contra la corrupción".

Ricard Gomà (ICV-EUiA), que ha formado el Gobierno municipal con Hereu este mandato, ha defendido "la actuación ejemplar de la inmensa mayoría de casos" en el Ayuntamiento, y ha destacado que la corrupción tiene que ver con el dinero fácil y la especulación.

Alberto Fernández Díaz (PP) ha apostado por luchar con "transparencia" y un cuerpo de inspectores, y Jordi Portabella (UxB) ha recordado que fue el único en contra de la tramitación del hotel del Palau de la Música, y que forzó la aprobación de un código deontológico para cargos electos.