El abogado de la familia de Otuya cree que "sale muy barato acabar con la vida" de una persona

Actualizado: lunes, 19 mayo 2014 16:43

BILBAO, 19 May. (EUROPA PRESS) -

La representación legal de la familia de Maureen Ada Otuya, la ciudadana nigeriana que falleció el 5 de junio tras la brutal paliza que le dio presuntamente Juan José Aguilar, 'el falso monje Shaolín', cree que "sale muy barato acabar con la vida de una joven que intentaba sacar adelante a su familia", en alusión a la petición de la Fiscalía para que se indemnice a los familiares de la víctima con 77.000 euros.

De esta forma, se ha referido al escrito de acusación del ministerio público por el que ha solicitado para Aguilar un total de 40 años de cárcel por dos asesinatos con alevosía, y el pago de indemnizaciones de 209.000 euros a los familiares de Jenny Sofía Rebollo y de 77.000 euros a los de Maureen Ada Otuya.

En declaraciones a Europa Press, el abogado José Miguel Fernández ha insistido en que su intención es solicitar, de cara al juicio que se celebre contra el 'falso monje Shaolín', la pena máxima de 25 años por el asesinato de Otuya.

Además, cree que la responsabilidad civil establecida por la Fiscalía es "escasa", ya que, aunque no tenía hijos, sí contribuía con sus ingresos al mantenimiento de su madre y hermanos. Con anterioridad, el abogado de la acusación particular pidió 130.000 euros, por lo que la cifra que reclama el ministerio público le parece "insuficiente".

El día 2 de junio de 2013, Ada Otuya fue trasladada al Hospital en estado de coma tras haber sido agredida brutalmente en el gimnasio de Bilbao de regentaba Aguilar, después de que vecinos alertaran de que ésta había sido arrastrada al local y se encontraba gritando.

Los agentes que se desplazaron al lugar encontraron a la joven maniatada y estrangulada con una soga, por lo que procedieron a la detención inmediata del 'falso monje Shaolín', que se encontraba en el lugar. La joven falleció tres días después en el centro hospitalario.

Durante el registro de las propiedades del supuesto asesino, la Policía vasca encontró restos descuartizados de otro cadáver, que pertenecían a Jenny Sofía Rebollo, de nacionalidad colombiana, y que habría sido asesinada también en el gimnasio días antes.