JAÉN, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El hombre acusado de asesinar a un amigo de su ex mujer cuando estos dos estaban participando en una barbacoa con otros dos amigos y que, tras apuñalar a ese hombre, intentó hacer lo mismo con los otros tres, reconoció hoy haberse enzarzado en una pelea con la víctima llevando un cuchillo, si bien sostuvo que no se explica cómo acabó con esas heridas de arma blanca.
En el juicio, que se celebra desde hoy en la Audiencia Provincial de Jaén, este hombre, Francisco L.M., declaró que fue su ex mujer la que le invitó al chalé donde se iba a celebrar esa barbacoa porque ambos mantenían una relación buena. "Al entrar vi a mi mujer abrazada a un hombre y a él, en cueros, en plan cariñoso", según relató. Esta situación que hizo que le viniera "el cielo a lo alto" porque él seguía queriéndola e incluso sostuvo que se divorció de ella como una "muestra de amor", por no llevarle la contraria.
El procesado explicó que se acercó a ellos y que empezó a pelearse con la víctima hasta que en un momento dado en que esta última se alejó hacia el coche él cogió un cuchillo, se dirigió hacia él y volvieron a pelearse, pero ya no recuerda nada más, según dijo. Al respecto, aseguró que no recuerda haberle acuchillado y, de hecho, juró por Dios que "no sabía que le había pinchado".
A continuación, declaró que se dirigió hacia la casa, llamó a la puerta y, al tiempo que su ex mujer le abría la puerta, ella le conminó a que se fueran de allí, por eso cogieron el coche del otro amigo y condujeron hasta el vehículo de él, que estaba aparcado más lejos, según detalló, porque no sabía llegar bien al cortijo y aparcó en las inmediaciones.
Así se montaron los dos en el coche de él y se pusieron en camino hacia Logroño, tal y como sugirió ella, siempre según la versión del acusado, quien precisó que a mitad de camino pararon en un hotel porque la mujer estaba cansada y que fue entonces, y después de que ella hubiera comentado un par de veces que había visto sangre en el chalé, cuando se puso a pensar en lo que había pasado, llamó a su padre para hablar con él y acabó entregándose a la Policía.
Su testimonio ha sido presenciado por, aproximadamente, medio centenar de familiares y amigos de la víctima que llevaban camisetas pidiendo justicia e ilustradas con una fotografía de ese joven. Además, cuando los policías sacaban al acusado tras concluir la sesión se han registrado momentos de tensión al abalanzarse estas personas entre gritos de 'asesino' contra el vehículo policial en el que le introdujeron para llevárselo de allí hasta mañana, cuando continuará el juicio con nuevas declaraciones.
Mientras tanto, para el ministerio público este hombre es responsable de 13 delitos, en los que incluye un asesinato; tres de homicidio en grado de tentativa; dos de detención ilegal; uno de abuso sexual; malos tratos; lesiones; daños; amenazas y quebrantamiento de medida cautelar, ya que tenía una orden previa de alejamiento sobre la mujer. Por todos ellos, pide una pena prisión de 75 años y siete meses.
