MADRID 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un acusado de atacar en marzo de 2002 un cajero de La Caixa en la localidad vizcaina de Guetxo ha justificado este martes, en el juicio en su contra celebrado en la Audiencia Nacional, la presencia de su ADN en un fragmento de camiseta utilizado como capucha en la acción, asegurando que pudo usar esa prenda "tiempo atrás, en su etapa de colegio".
Jon Etxegaray se enfrenta a una petición fiscal de dos años y medio de prisión por la comisión de un delito de daños terroristas con la agravante de disfraz. Sus restos biológicos fueron hallados en un trozo de tela empleado para taparse el rostro en las inmediaciones del cajero atacado.
No obstante, durante la vista oral ha negado su participación en los hechos y ha asegurado que nunca ha estado relacionado con acciones de 'kale borroka' y que ni siquiera se encontraba en Guexto el día en que el cajero fue quemado.
Además, la defensa del acusado, ejercida por Kepa Landa, ha recordado que el ADN de Echegaray no sólo se localizó en la camiseta si no que tambien aparecia en otra prueba vinculada a otra causa, un casco de moto utilizado por su primo en otro acto de violencia callejera, la quema de una oficina de Correos en la localidad de Durango.
En opinión de Landa, este hecho demuestra que se trataba de un grupo de "jóvenes que compartían cosas entre ellos" por lo que pudo ser otro el que empleó la camiseta de Etxegaray para taparse la cara y cometer la acción.
La Fiscalía considera sin embargo que el acusado formaba parte en 2002 de un grupo de apoyo a ETA dedicado a la comisión de acciones de 'kale borroka' y defiende que los restos biológicos demuestran sin lugar a dudas su participación en la quema.
El artefacto incendiario colocado en el cajero provocó daños por un importe superior a 17.000 euros. El Ministerio Público destaca, además, que el banco se encontraba en la parte baja de un edificio de viviendas particulares, con el consiguiente riesgo que la explosión provocó para sus habitantes.