LA CORUÑA 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de La Coruña ha iniciado este martes el juicio contra un hombre acusado de matar a su abuela, de 92 años, para robarle en la localidad coruñesa de Carballo. En la vista, el procesado ha declarado que lo sucedido "fue un accidente".
Según el ministerio público, el procesado, Gonzalo C., de 38 años y con antecedentes penales por robo, se dirigió en la tarde del 10 de diciembre de 2009 a casa de su abuela, en Traba de Laxe, en el municipio coruñés de Carballo, con la intención de pedirle dinero para afrontar las deudas que había contraído con varias personas.
La Fiscalía señala que "apremiado por sus deudas" y conocedor de que su abuela iba a estar sola en la vivienda, que compartía con la madre y la hermana del acusado, se dirigió al domicilio para pedirle dinero. Fue allí, junto a la lareira de la casa, donde, según indica el escrito de calificación del ministerio público, se inició una discusión y el acusado terminó golpeando a su abuela en la cabeza, lo que le ocasionó la muerte.
Tras los hechos y según ha detallado el ministerio público, el acusado tiró del cordón que unía la bolsa al cuello de su abuela apoderándose de un total de 1.500 euros. Posteriormente arrastró el cuerpo de la víctima "hasta la canalización de un arroyo existente a pocos metros de la vivienda, donde dejó abandonado el cadáver", localizado 14 días después.
DEFENSA
Sin embargo, ante el tribunal, el acusado ha rechazado la versión de la Fiscalía y ha afirmado que "fue un accidente", ya que, a su juicio, la mujer se levantó para coger el dinero y resbaló, él intentó aguantar de ella pero "no pudo ser" y finalmente se golpeó con la esquina de la lareira.
Además, el acusado ha comentado que, después de comprobar que estaba muerta, se asustó y decidió esconder el cuerpo, que arrastró hasta el tubo de canalización del río, donde lo depositó. Después, según ha explicado, quedó con unos vecinos para saldar unas cuentas que tenía pendientes y se fue toda la noche de copas por Vimianzo.
La Fiscalía pide para el acusado 20 años de prisión, 15 por un delito de homicidio y otros cinco por robo con violencia. Por su parte, la defensa ha solicitado, inicialmente, la libre absolución para su cliente porque argumenta que la muerte se produjo por una caída fortuita.
Así, el juicio iniciado este martes y al que han asistido un total de 13 testigos, continuará este jueves con la declaración de los peritos. La vista había sido aplazada previamente por la incomparecencia de dos forenses