El acusado de matar a dos policías en Hospitalet (Barcelona) asegura que se manipularon pruebas para incriminarlo

Actualizado: jueves, 24 julio 2008 17:32

BARCELONA, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

El acusado de violar y matar a dos policías en prácticas el 4 de octubre de 2004 en el barrio de Bellvitge de Hospitalet (Barcelona) aseguró hoy, durante el último turno de palabra, que se han manipulado pruebas para incriminarlo por la muerte de las dos agentes en prácticas.

"Hay una clara manipulación de pruebas", sentenció el procesado, Pedro J.G., quien volvió a reiterar su inocencia y afirmar que "en ningún momento" participó de manera "activa o pasiva" en el asesinato de las dos jóvenes.

En ese sentido, recordó que en octubre de 2004 llevaba el pelo corto, "al dos", por lo que es imposible que se hallaran cabellos largos que fueran suyos. Sin embargo, el ADN de los pelos coincidía con el del acusado y ninguno de los testigos ni de los peritos hizo referencia alguna a su largura.

El procesado negó haber dejado sus zapatillas deportivas manchadas con la sangre de una de las víctimas y la navaja en la cisterna de un lavabo del desaparecido restaurante 'La Oca', en la plaza Francesc Macià de Barcelona, a donde fue con su hermana en busca de trabajo.

Su abogado, Alejandro Calvo, sostuvo que abandonar "tranquilo" el lugar de los hechos y el citarse con gente ese mismo día demuestra que Pedro J.G. no quería huir, y añadió que si no regresó a la prisión de Can Brians (Barcelona), donde cumplía condena por violación, fue por el acoso de los medios de comunicación.

"Puede conducir al error el hecho de que haya sido condenado anteriormente por hechos similares", pero "jamás, ni la presión mediática ni los antecedentes penales pueden sustentar una sentencia condenatoria", dijo el letrado, quien pidió la libre absolución para su cliente.

El abogado de oficio que defendió al procesado aseguró que algunos testigos mintieron y reiteró en varias ocasiones que "fueron otras personas y no el acusado, quienes agredieron a las fallecidas" y que éstas, conociendo sus antecedentes penales, incriminaron a Pedro J.G., que "siempre se ha declarado inocente".

En el caso de que se condene a Pedro J.G., solicitó que, en base a la "psicopatía de tal entidad que padece", se le aplique "la eximente por este motivo" y pidió clemencia al tribunal.

Para la Fiscalía, la culpabilidad del procesado queda demostrada con todas las pruebas "indiciarias, pero múltiples y contundentes", como su semen, sus huellas, su pelo, sus zapatillas con sangre y una factura de teléfono a su nombre, así como las imágenes de las cámaras de seguridad, la tarjeta de crédito de una de las chicas y los trozos de cordel que utilizó para maniatarlas y aguantarse los pantalones a modo de cinturón.

La fiscal Ana Gil calificó al procesado de "depredador" y al doble crimen de "cruel y salvaje", un ataque que no cometió bajo la influencia de las drogas, pues consumía cocaína de forma "puntual y escasa", ni por una enfermedad mental, ya que la psicopatía no está asociada a ninguna patología.

"Pido al tribunal justicia, justicia severa, justicia estricta, justicia que no acoge la caridad", concluyó la fiscal, quien solicitó que una "aplicación rigurosa" del Código Penal y que los beneficios penitenciarios que pueda obtener el procesado se apliquen al total de la pena y no al máximo legal, que es de 40 años para estos casos.

Una petición a la que se adhirieron los abogados de la familia, Cristòbal Martell, y de la Asociación feminista Clara Campoamor, David del Castillo, quien recordó que Pedro J.G. "empezó a agredir sexualmente y ahora ya mata", por lo que "no debe estar en libertad en ningún momento."

En su opinión, la versión del acusado "no tiene sentido" y ha quedado desvirtuada por una "avalancha" de pruebas que lo incriminan.

LA HERMANA DE UNA DE LAS VÍCTIMAS SE DIRIGE AL ACUSADO

Por su parte, Martell sostuvo que el procesado es "un psicópata de manual, puro y duro" y "un gran mentiroso que está encantado de haberse conocido, le gusta los actos que realiza y le gusta haberlos realizado", pese a estar "voluntariamente" al margen de la Ley.

Tras las conclusiones finales y el último turno de palabra de Pedro J.G., el juicio quedó visto para sentencia y el magistrado presidente ordenó que se desalojara la sala, pero la hermana de una de las víctimas se esperó para decir al presunto asesino de las jóvenes: "Esperamos que tengas la misma muerte que le distes a ellas".