Un acusado de matar a un hombre alega que "un fallo puede tenerlo cualquier persona"

Actualizado: miércoles, 14 enero 2009 21:58

Ministerio Fiscal asegura que el acusado estaba "en plenas facultades mentales" y la defensa pide la absolución por enajenación mental

TOLEDO, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

El acusado de matar a un hombre de 84 años en su domicilio en la localidad toledana de Quintanar de la Orden el 5 de julio de 2007 que él es "una persona de bien", procedente de una buena familia, y que "un fallo puede tenerlo cualquier persona", al tiempo que familiares de la víctima, Domingo P.S., protestaban en la sala ante tales afirmaciones.

En su declaración tras el alegato final de las partes durante la segunda jornada de la vista oral con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Toledo, el acusado, José Ángel O.T., de 21 años, pidió perdón a la familia de la víctima por lo sucedido y por los daños provocados. Asimismo, aseguró que "día tras día" trata de recordar los hechos y ha llegado "a la conclusión" de que "todo fue debido a la intoxicación que sufría mi cuerpo".

Mientras que el Ministerio Fiscal y la acusación particular defendieron en sus respectivos discursos que el acusado se encontraba "en plenas facultades mentales", el abogado de la defensa apuntó hacia un "homicidio imprudente al que habría que aplicar el correspondiente grado de "psicosis puntual" que José Ángel O.T. sufría debido a la ingesta de drogas y alcohol, por lo que pidió al jurado popular la absolución del acusado por enajenación mental.

El Ministerio Fiscal rechazó en su alegato final la idea de que el acusado estuviese con las facultades anuladas, ni tampoco afectadas. "No es el caso porque, dadas las circunstancias, el acusado hizo todo lo posible para protegerse", remitiéndose a la declaración de Emilia Miklea, vecina del fallecido, a la que le pidió "con gran agresividad" las llaves para cerrar la puerta del domicilio, o el hecho, según apuntó en su declaración un agente de la Guardia Civil que presta servicio en la Policía Judicial de Villacañas, de que alguien había intentado lavarse con agua manchas de sangre en el lavabo.

También consideró "probado y acreditado" con los diferentes testimonios que el acusado asesinó a Domingo P.S., pero resulta que tiene memoria selectiva y "no reconoce lo que no le interesa", lamentó, y que "se encontraron los efectos personales del acusado en la casa; unas gafas, una bandolera y unas zapatillas".

Del mismo modo, subrayó que el acusado mató "con alevosía", es decir, que "actuó con dicha intención, y no de manera accidental", y aprovechando la indefensión de Domingo, que sufría los achaques de la edad, "y sólo pudo protegerse con las manos, la cabeza y el tronco, donde se encuentran los órganos vitales", de una "paliza brutal y de una intensidad extrema", según indicaron los forenses en sus declaraciones.

Asimismo, consideró probado que José Ángel O.T. golpeó a Emilia Miklea, quien "gracias a Dios ha podido explicar lo que sucedió, porque está viva", además de que existe un informe médico en el que se reflejan las lesiones, que el Ministerio Fiscal y la acusación particular han considerado una falta leve.

DROGAS Y ALCOHOL

En lo que se refiere al consumo de drogas y la ingesta de alcohol, el Ministerio Fiscal reconoció que existía un tratamiento anterior a los hechos para combatir la drogadicción, "pero lo que hay que ver es si había consumido antes del suceso, pero nadie lo ha podido afirmar", aludiendo a la declaración de uno de los forenses, ya que para determinar la existencia de una conducta psicótica hace falta que ocurran acontecimientos sin pensar, "y el sí actuó con lógica, cerrando la puerta del domicilio porque venía la Policía, o lavándose las manos".

Sobre la ingesta de alcohol, el Ministerio Fiscal basó su alegato en los análisis realizados al acusado tras la detención, de sangre y de cabello, en los que no se econontraron drogas ni alcohol, por lo que descarta que pudiera ser la causa.

Por su parte, la acusación particular, que se sumó a lo dicho por el Ministerio Fiscal, evidenció que el acusado se contrarió mucho en sus declaraciones y que durante el juicio "ha faltado a la verdad que, lamentablemente, Domingo no nos ha podido contar porque está muerto".

También expuso la hipótesis de un robo, tras el que se desencadenó el asesinato, si Domingo hubiese intentado defenderse, y el acusado hubiese comenzado a agredirlo entonces, teniendo en cuenta el "goteo de dinero" que recibía por parte de los padres en el proceso de rehabilitación de las drogas, ya que "se pudo ver agobiado y por eso quiso robar", apuntó.

Respecto al estado de nerviosismo al que aludieron todos los testigos en sus declaraciones, la acusación particular se preguntó "cómo no iba a estar nervioso si había propinado una paliza de muerte y después le habían detenido. Sabía lo que le esperaba y era plenamente consciente de todo lo que estaba haciendo".

Además, puso de relieve una declaración del acusado, el 6 de julio de 2007, en la que recordó que había golpeado a Domingo, aunque ahora diga que no recuerda nada.

ALEGATO FINAL DE LA DEFENSA

Por último, el abogado de la defensa, que en su informe pidió al jurado popular "sentido común" y que "se metan en la piel de José Ángel para averiguar si sabía o no lo que hacía", recordó la declaración de Emilia Miklea que, en un determinado momento, aseguró que olió levemente a alcohol al acusado, "porque había estado bebiendo toda la tarde".

También recordó el momento en el que el acusado apareció en el lugar, saludando a María, la esposa del fallecido, a la que le preguntó inmediatamente por Domingo para pasar a saludarlo, "una cosa muy lógica cuando tienes la intención de matar a alguien", ironizó, y pidió a la acusación particular que no intentase solapar las realidades, "porque había una relación de amistad entre ambos".

Asimismo, desechó los conceptos de ensañamiento y alevosía, que no son posibles en una persona que "no sabe lo que está haciendo", lo que evidencian, a su juicio, las incoherencias que pronunció en presencia de los diferentes testigos; la vecina Emilia Miklea, agentes de Policía Local y de Guardia Civil.

Respecto a la ingesta de alcohol, la defensa rechazó los análisis médicos realizados al acusado, en los que no se revelaron indicios de alcohol ni de drogas, porque en los mismos "tampoco se detectaron los tranquilizantes suministrados por el médico de urgencias", y se preguntó qué es verdad; "si José Ángel engañó al médico y a la agente de la Guardia Civil o si los análisis se hicieron mal".

Finalmente, el abogado de la defensa pidió la absolución del acusado alegando enajenación mental y considerando que sería mejor internarlo en un centro de drogodependencia y tomar medidas psiquiátricas, en base al estado de psicosis de José Ángel O.T.

Explicó que, según definió el forense en su declaración, a preguntas del Ministerio Fiscal, los síntomas de psicosis producidos por la ingesta de drogas coinciden con el comportamiento del acusado, y son delirios, alucinaciones, agresividad extrema, lagunas mentales y memoria selectiva, "y pregunta qué ha hecho porque realmente no lo sabe".