El acusado de matar a un hombre en Avilés durante una discusión dice que "ojalá no hubiera ocurrido"

El jurado popular decidirá hoy si el procesado es culpable o inocente de asesinato

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 16 enero 2009 15:26
OVIEDO, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

El acusado de matar a un hombre durante una discusión de tráfico en la localidad de Llaranes (Avilés), en octubre de 2004, señaló hoy ante el jurado popular y en su derecho a la última palabra que "ojalá no hubiese ocurrido" y que " lamenta que la víctima haya salido del vehículo". "Soy inocente y actué en defensa propia", añadió.

El jurado popular dictará hoy un veredicto sobre la culpabilidad o la inocencia del acusado, que se enfrenta a 25 años de prisión, según la petición de la acusación particular. Por su parte, el ministerio fiscal y la defensa piden la libre absolución al entender que existió legítima defensa.

Carlos C. M. se dirigió al jurado popular después de que las partes, fiscal, acusación particular y defensa, expusiesen sus informes y valoraciones sobre los hechos. El procesado aseguró que "no es ningún asesino" y que "tan sólo quería defenderse". "En un momento que todo pasa tan rápido no puedes pensar, pero yo soy inocente", añadió.

Por su parte, el ministerio fiscal mantuvo su postura de no acusar ya que entiende que no hay pruebas suficientes para demostrar que el procesado acabó con la vida de Julio Juan Fernández. El fiscal basó su negativa a acusar fundamentalmente en la declaración de los peritos que examinaron la barra de hierro --un amortiguador del portón trasero de un coche-- y que afirmaron que "no había ningún resto de sangre ni biológico".

Por su parte, el letrado de la acusación particular, Juan Carlos Díez Villarreal, insistió en que el acusado asesinó al Julio Juan Fernández con alevosía y ensañamiento al golpearle con el amortiguador del coche en varias ocasiones en el rostro.

Villarreal reforzó su versión afirmando que el acusado realizaba deportes de contacto por lo cual "sabía pegar y quería pegar", apuntó. Además, el letrado señaló que el procesado "tenía el ánimo de matar" ya que "no se conformó con arrebatarle la barra de hierro a la víctima sino que le golpeó varias veces".

Respecto a la ausencia de restos de sangre en el amortiguador, el letrado de la acusación manifestó que los agentes de policía "no realizaron el protocolo de custodia debido" y añadió que la barra estaba "manoseadísima" después de haber realizados dos informes durante los cuales se realizaron fotografías y se pesó.

Por otro lado, la abogada de la defensa, Ana García Boto, manifestó que su cliente se defendió "de forma instintiva y rápida" y añadió que la muerte de Julio Juan Fernández "no es su responsabilidad". Boto argumentó que la víctima falleció de una subida de tensión cerebral producida por el golpe que se dio en la cabeza al caer al suelo.

La letrada destacó además el informe de los peritos sobre la ausencia de sangre en la barra de hierro por lo que manifestó que no queda "en absoluto" probado que el acusado haya golpeado al fallecido con ese objeto.

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