MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
El acusado Ibai Azcona, que ha sido juzgado en la Audiencia Nacional por colocar el 31 de octubre de 2006 un artefacto explosivo incendiario en una oficina de La Caixa situada en Pamplona, ha asegurado que la noche en que se produjeron los hechos se encontraba trabajando.
El procesado, que se enfrenta a una petición del fiscal de cuatro años de cárcel, ha explicado que la noche en la que supuestamente fue colocado el artefacto estuvo trabajando con un compañero en el polígono de Berriozar (Navarra) "entre las diez de la noche y las seis de la mañana" y después se fue a su casa para desayunar con su padre.
Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, la fiscal Ana Noé ha rebajado de siete a cuatro años de cárcel la petición de pena que solicitaba, al considerar que Azcona es autor de un delito de fabricación, colocación o empleo de aparatos explosivos, inflamables o incendiarios, pero éste no se puede relacionar con el de integración en organización terrorista, por el que será juzgado en otro procedimiento.
SIMPATÍAS AL MOVIMIENTO PRO AMNISTÍA
El acusado, que ha reconocido sus simpatías hacia el Movimiento Pro Amnistía aunque ha negado pertenecer a la organización ilegal SEGI, también ha denunciado que la declaración autoinculpatoria que realizó ante la Guardia Civil fue realizada bajo torturas y que los agentes le obligaron a reconocer su participación en estos hechos.
El artefacto, que estaba formado por una bombona de gas de tres kilos, una botella de plástico y tres petardos, fue hallado por un agente de la Guardia Civil en el número 8 de la calle Serafín Olavide de la capital navarra, aunque fue desactivado antes de que explotara.
La acción fue reivindicada el 21 de noviembre de ese año de forma anónima en un comunicado en el que se aseguraba que se trataba de una respuesta a "las agresiones constantes y la represión contra Euskal Herria".