Un acusado de un secuestro alega que la víctima quería sacar dinero a su padre

El rapto se produjo en julio de 2009 y se alargó durante 24 horas hasta que la Policía liberó al chico

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 21 enero 2013 14:00

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

Uno de los cinco acusados de secuestrar el 31 de julio de 2009 al hijo de un empresario ha alegado en el juicio que la víctima se puso de acuerdo con ellos para sacar dinero a su padre, si bien ha indicado que más tarde se echó para atrás cuando las cosas no iban como planeó.

José Carlos L. G., Alberto R. M., Javier C. C., Trinidad J. B. y Alexandru D. son juzgados desde hoy en la Audiencia de Madrid por la supuesta comisión de un delito de detención ilegal y otro de allanamiento de morada. El Ministerio Público solicita una pena de nueve y diez años de cárcel.

En su declaración, Alberto ha relatado que José Carlos le propuso el rapto fingido, puesto que la víctima estaba de acuerdo con el secuestro para sacar dinero a su padre. Así, el día de los hechos pararon su coche y le engrilletaron, trasladándolo a un chalet situado en Pedezuela de las Torres.

Además, ha contado que exigieron a su padre un millón de euros por la liberación de su hijo. Sin embargo, fue la Policía la que logró soltarle después de que un vecino alertara de que alguien estaba pidiendo auxilio. "Las cosas no salieron como él quería", ha dicho el procesado.

Javier, otro de los acusados, ha manifestado que Alberto fue la persona que le obligó a participar en el secuestro, ya que le debía una deuda de 500 euros por drogas. Además, ha señalado que se vio obligado a participar después de que Alberto amenazara a su familia.

Asimismo, ha contado que se hicieron pasar por agentes para obligar a la víctima a parar en el punto donde se encontraba. "Yo estaba alucinando. No sabía que iba a secuestrar a nadie", ha apuntado.

Por su parte, José Carlos ha señalado que conocía a la víctima de toda la vida por el negocio de coches. "En ningún momento he secuestrado a nadie o he propuesto esto. No tengo nada que ver con esto. Me parece una película que me impliquen", ha insistido.

Además, ha contado que solo fue a Pedezuela tres días antes a por un perro y ha negado que la dueña del chalet, la acusada Trinidad, le entregara a él las llaves para retener a la víctima durante el cautiverio.

La víctima declarará mañana ante el tribunal de la Audiencia. Fuentes jurídicas han señalado a Europa Press que el secuestrado niega que él se pusiera de acuerdo con sus captares para conseguir dinero de su padre.

ACUSACIÓN FISCAL

Según el fiscal, José Carlos L. G., alias 'Bony', con antecedentes penales por un delito contra la salud pública, planeó en julio de 2009 el rapto de Valentín P. G., hijo de un propietario de una empresa de coches.

Para llevar a cabo su plan contactó con su cuñado Alexandru D. y a sus conocidos Alberto R. M., Javier C. C. y Trinidad J. B.. Una vez organizados, José Carlos actuó en todo momento como 'cabeza de grupo' y coordinador de la operación del encierro del joven Valentín.

Tras una labor de preparación y vigilancia los días previos a la acción, el viernes 31 de julio de 2009, sobre las 09:30 horas, Alberto, junto con Javier, se dirigió a bordo de un coche al encuentro de Valentín. Éste salió de su domicilio sito en la localidad de Mejorada del Campo y, al tomar la carretera Radial-3, los perseguidores se pusieron detrás suyo.

Instantes después los perseguidores colocaron en el salpicadero del automóvil un dispositivo rotativo luminoso de los utilizados por la Policía, al tiempo que Javier le hacía señales con las manos para que se detuviera.

AGENTES FALSOS

Cuando el joven bajó del coche los dos agresores le pusieron unos grilletes haciéndose pasar en todo momento por agentes policiales. Posteriormente le taparon con una manta, le subieron al otro coche y se desplazaron hasta el chalet de Trinidad situado en la localidad de Pezuela de las Torres, donde les esperaban Trinidad y Alexandru.

Durante el trayecto Alberto obligó a que llamara desde el teléfono móvil a su padre y en un momento de la conversación, Alberto le arrebató violentamente el terminal para exigir a su comunicante "que si quería volver a ver a su hijo preparase un millón de euros".

Al llegar al chalet los secuestradores cubrieron la cabeza de su víctima con un gorro y le llevaron hasta la bodega donde le ataron hasta los pies sin quitarle en ningún momento las esposas. José Carlos, Alexandru y Javier regresaron entonces en coche a Madrid mientras los otros dos se quedaban vigilando. Ya en la ciudad, establecieron en varias ocasiones contacto con el padre de Valentín, diciéndoles éste que no tenía tanto dinero en efectivo.

Al día siguiente, Valentín logró quitarse las cuerdas de los pies y, a través de la ventana, pidió auxilio. Sus gritos fueron escuchados por vecinos de la urbanización que rápidamente llamaron a la Guardia Civil, cuyos efectivos se personaron en poco tiempo en el chalet.

Alberto intentó huir, pero fue detenido, a pesar de que se intentó pasar por Policía ante los agentes al esgrimir el dispositivo luminoso del coche. Por su parte, Trinidad huyó a través del tejado pero fue detenida cuando se refugiaba debajo de la cama de una vivienda cercana.

José Carlos y Alexandru intentaron también huir de los agentes cuando éstos entraron en el piso del Paseo de Extremadura de Madrid, propiedad del primero, donde se encontraban. En su huida se introdujeron en el piso 2º Derecha del mismo edificio sin el consentimiento de su propietaria, lugar donde finalmente fueron detenidos.

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