Los acusados en el caso del 'narcosubmarino' hallado en la Ría de Vigo se enfrentan a 80 años de prisión

Actualizado: lunes, 14 marzo 2011 18:45

Abandonaron el sumergible con el motor en marcha y con más de 4.600 litros de combustible

VIGO, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los siete acusados por un delito de narcotráfico en grado de tentativa y relacionados con la aparición de un sumergible en la Ría de Vigo --en agosto de 2006-- se enfrentan a peticiones de condena por parte de la Fiscalía que superan en total los 80 años de cárcel, en un juicio que comienza este martes en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra con sede en la ciudad olívica.

Según se recoge en el escrito de acusación del Ministerio de Público, al que ha tenido acceso Europa Press, Juan S.F.; Manuel C.G.; Juan Carlos G.F.; Juan Manuel G.R.; José Jesús I.F.; Francisco O.N.; y Tomás B.A. son acusados de un delito intentado contra la salud pública por tráfico de drogas.

Para los cuatro primeros, el fiscal solicita 10 años de prisión para cada uno; mientras que para los otros tres, la petición de pena es de 13 años y medio de cárcel, ya que tienen antecedentes penales por tráfico de drogas.

El fiscal ha especificado en su escrito el papel que jugaba cada uno de los acusados en este grupo, que había construido una embarcación "semisumergible" con la finalidad de transportar cocaína desde un punto en altamar hasta la costa. Para ello, habían contactado con otra organización, que les suministraría la droga.

RELATO DE LOS HECHOS

Según la Fiscalía, Manuel C.G. alias, 'el ingeniero', fue el encargado de comprar el velero 'Nadir III', que se usaría en labores de apoyo, así como de construir el 'narcosubmarino'. Para ello, alquiló varias naves, con el fin de llevar a cabo sus trabajos de forma discreta.

Por otra parte, Francisco O.N. era el encargado de hacer de intermediario entre este grupo y dos ciudadanos venezolanos, a su vez, representantes en España de los dueños de la droga. Mientras, Juan S.F., alias 'el viejo', y Tomás B.A., alias 'el cabezón', eran los que financiaban parte de la operación; Juan Carlos G.F. era la persona contratada para pilotar el artefacto; Juan Manuel G.R., alias 'el mecánico', realizó la puesta a punto del velero de apoyo; y José Jesús I.F. coordinaba todo el proceso desde un segundo plano.

Varios miembros de esta trama mantuvieron contactos con los representantes de los capos venezolanos en diferentes ciudades de España y, tras solventar algunos inconvenientes que fueron surgiendo --entre ellos, una salida en falso del 'narcosubmarino', que tuvo que volver a tierra por problemas mecánicos--, se fijó como fecha de la entrega de la droga en altamar el 25 de agosto de 2006.

Así, unos días antes, el 'narcosubmarino' inició su singladura, pero su piloto "presa del pánico y de la inseguridad" que le provocaba el artefacto, se echó atrás y se negó a llevarlo hasta el punto acordado. Ante este percance, Manuel C.G. optó por abandonar el semisumergible, que apareció flotando entre Cangas y las Islas Cíes el 13 de agosto, con los motores encendidos y con más de 4.600 litros de combustible.

Los miembros de la organización se vieron entonces obligados a devolver parte del dinero que se les había aportado para financiar la operación y, en vista de que no tenían cómo saldar toda la deuda, llegaron a iniciar nuevos contactos para organizar otro traslado de drogas. Esta segunda operación no pudo ser finalmente concretada porque las fuerzas de seguridad detuvieron a los imputados.

DETENCIONES

En el momento de la detención de Manuel C.G., la Policía le encontró 9 teléfonos móviles, fotos del 'narcosubmarino', recortes de periódico con la noticia de la aparición del artefacto, papeles con notas relativas al punto de recogida de la cocaína, cartas náuticas y 4.440 euros en efectivo. Además, en el registro de su domicilio en Gondomar (Pontevedra) aparecieron más fotos y planos del sumergible, recortes de prensa y documentación del velero.

A los demás detenidos se les intervino, en total, 12.415 euros, 14 teléfonos móviles, una tarjeta de teléfono, documentación del velero, recibos y recortes de prensa. Las fuerzas de seguridad también se incautaron de un teléfono vía satélite en el 'Nadir III'.