Los acusados de quemar un cajero en Barakaldo (Vizcaya) en 2008 aseguran que estaban de carnavales en Santutxu (Bilbao)

Actualizado: lunes, 8 marzo 2010 15:37

Gómez Bermúdez a los procesados: "Si se vuelven, los mando al calabozo. Tiene que mirar al tribunal, a la defensa o a los testigos"

MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los cuatro acusados de quemar un cajero automático --Sendoa Aratz Jurado García, Unai Frías de la Red, Asier Gómez de Salazar Rodríguez y a Jon Villanueva Patín-- el 10 de febrero de 2008 aseguraron hoy que en el momento de los hechos estaban de carnavales en Santutxu (Bilbao), por lo que negaron esta acción y cualquier otro acto de kale borroka.

Durante la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia Nacional, la defensa aportó fotografías de los acusados en las citadas fiestas, por lo que solicita la libre absolución de los tres implicados.

Por su parte, la fiscal Teresa Sandoval pidió para los cuatro procesados una pena 33 años de prisión y 48 años de inhabilitación absoluta por los delitos de integración en organización terrorista, de incendio terrorista y por tenencia de aparatos y sustancias incendiarias y explosivos. Además, les insta a pagar 35.559,37 euros al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria por los daños causados con el incendio.

DENUNCIAS POR PERSECUCIONES

Los procesados se negaron a responder a las preguntas del Ministerio Público pero, a instancias de la defensa, aludieron a que antes de ser detenidos habían presentado varias denuncias por considerarse perseguidos "desde por la mañana hasta por la noche". "No sabía si era un policía o un delincuente", manifestó Frías.

En un momento del juicio, el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, amenazó a los acusados, que miraban constantemente hacia el público donde se encontraban sus amigos y familiares, con enviarlos al calabozo si no desistían en su actuación. "Si se vuelven, los mando al calabozo. Tiene que mirar al tribunal, a la defensa o a los testigos", manifestó el juez.

Durante esta primera sesión declararon también doce ertzainas propuestos como testigos por la Fiscalía, que contaron que los llamaron porque alguien había intentado quemar un cajero, ellos apagaron el fuego y recabaron información entre los viandantes que presenciaron los hechos.

UN CONTENEDOR EN LA CALZADA

Dos de los agentes habían visto anteriormente a cuatro personas encapuchadas y con la cara tapada que iban corriendo por la calle, a los que no lograron identificar. Posteriormente descubrieron que la descripción de los sospechosos coincidía con la aportada por los testigos del incendio.

El acceso al incendio fue complicado porque había un contenedor en la calzada, impidiendo el paso de los vehículos, aún así, la Policía Autónoma tardó "entre dos y cuatro minutos", según los propios testigos, en apagar el fuego. Dos de los agentes lograron controlar el fuego con extintores.

Dentro del cajero encontraron "fuego y humo", una garrafa de gasolina ardiendo "y otra que no llegó a arder por la rapidez de la intervención". "Usamos el extintor por inmediatez, si esperamos a que lleguen los bomberos, allí no queda nada", manifestó un agente.

ADN EN UNA CUCHARILLA

Gómez Bermúdez también reprendió a un abogado de la defensa y un testigo después de que el agente se negase a responder diciendo que no era de su incumbencia si estaban siguiendo o no a uno de los acusados, provocando la risa de la defensa.

Tres de los testigos relataron que su función en el investigación fue obtener el ADN de los imputados esperando a que salieran de bares "en los que estaba desayunando" e incautando la taza y cucharilla que utilizaron o recogiendo una colilla que acababan de fumar. Mañana se reanudará la sesión del juicio, que se espera que se prolongue hasta el jueves.