MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, indicó hoy que "probablemente" el artefacto explosivo que el pasado día 24 de septiembre provocó la muerte de dos soldados del contingente español en Afganistán fue activado por medio del cable eléctrico que más tarde se encontró en la zona, ante lo que los inhibidores de frecuencia instalados en el vehículo "no podían hacer nada".
En rueda de prensa, Alonso explicó que recibirá en los próximos días un informe del jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general de Ejército Félix Sanz Roldán, con las conclusiones "prácticamente definitivas" sobre el explosivo utilizado y su mecanismo de iniciación, aunque recordó que se encontró un cable eléctrico en la zona que "probablemente será el mecanismo" por el que fue activado.
En este sentido, defendió que el vehículo en el que viajaban los soldados españoles estaba dotado "con los debidos mecanismos de seguridad", pese a lo que los "famosos" inhibidores de frecuencia "no pudieron" evitar la explosión del artefacto que provocó la muerte a los paracaidistas Germán Pérez Burgos y Stalin Mera Vera y heridas de diversa gravedad a otros seis soldados.
En el atentado falleció también el intérprete afgano que viajaba con los efectivos españoles, Roohulah Mosavi, respecto al que Alonso anunció que el Ministerio está "estudiando" las posibilidades de conceder algún tipo de ayuda a su familia. "Probablemente tengamos margen de maniobra suficiente para poder darle algún tipo de ayuda", indicó.
AYUDA DE JUSTICIA.
A su juicio, concederle una indemnización "es de justicia" porque "se dejó la vida con nuestros militares ayudando a nuestro país". "Tenemos que hacer lo que esté en nuestras manos para ayudar a su familia --continuó--. Estaremos a lo que diga la legislación vigente".
En este contexto, el ministro defendió la presencia de las tropas españolas en el país asiático e insistió en que esta misión se realiza "bajo la bandera, el mandato y el patrocinio" de Naciones Unidas con el objetivo de otorgar estabilidad a un territorio "muy inseguro".
Alonso argumentó que la política es una cuestión de "elección entre opciones" y defendió que en este caso la retirada de las tropas supondría que los talibanes recuperasen el poder en Afganistán, lo que a su vez tendría tres consecuencias "nefastas" para el resto del mundo: "los ciudadanos volverían a sufrir mucho, volvería a instalarse allí la red internacional de terrorismo yihadista y volverían a desestabilizar la región".
Por último, afirmó que los 52 militares que viajarán hasta Afganistán para participar en el proceso de instrucción de dos unidades del ejército afgano partirán "en los próximos días" y aseguró que "ya están preparados".
