HUELVA 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Cortegana (Huelva), Antonio Marín (IU), aseguró hoy haberse sentido durante tres años como "un cabeza de turco" por el caso de los altercados racistas en la barriada de Las Eritas, en el que ha sido absuelto de los delitos que se le imputaban.
En rueda de prensa, Marín destacó que la sentencia absolutoria "es muy clara y no es por falta de pruebas, sino reconoce que actué como debía en todo momento" y consideró que el texto "pone de manifiesto que en los actos vandálicos tuvieron mucha responsabilidad los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en este caso, la Guardia Civil y la Subdelegación del Gobierno".
A su juicio, la Administración "tenía la responsabilidad si sospechaba que se podrían producir estos altercados, de forma que podía haber suspendido la manifestación o cambiarla, pero la autorizó y dispuso un dispositivo policial", con lo que destacó que, "en un intento de eludir responsabilidades, trató de culpar de los hechos a un grupo de vecinos y al alcalde".
Marín destacó que la sentencia "pone de manifiesto que el alcalde no era responsable de que otros actuaran como lo hicieron ni estaba obligado a actuar de una forma a la que lo hizo, puesto que había efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que tenían que velar por ella, como es su competencia".
Con estos argumentos, lamentó que "el alcalde y Cortegana han sido injustamente tratados durante estos tres años, en que han sido incluso acusados de racismo y xenofobia porque se pretendió que la localidad fuese un chivo expiatorio de un mal que ataca a la sociedad, pero cuando es un ejemplo de convivencia de diferentes etnias".
Para el alcalde de Cortegana, lo sucedido en la manifestación de Las Eritas es "un hecho lamentable que hay que analizar para evitar que se repita, pero no se puede clasificar como racismo, discriminación o xenofobia, prejuzgando y humillando así a un pueblo que lleva décadas de convivencia".
Por su parte, el coordinador general de IULV-CA en Huelva, Pedro Jiménez, hizo un llamamiento al subdelegado del Gobierno en Huelva, Manuel Bago, para "que ningún alcalde más se vea envuelto en una situación como ésta".
De la misma forma, exigió a la Junta y a la Diputación que "cumplan con los compromisos que, después de estos hechos, adoptaron con bombo y platillo para favorecer la integración y resolver los problemas estructurales que hay detrás de estos comportamientos".