(Amp.)Ekin.-El fiscal rebaja de manera considerable las penas de prisión para los 53 acusados en el 'macrojuicio'

Actualizado: martes, 6 febrero 2007 15:54

El fiscal Enrique Molina retira la acusación al miembro de la Fundación Joxemi Zumalabe José Ignacio Uruñuela

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

El fiscal de la Audiencia Nacional Enrique Molina rebajó hoy sustancialmente su petición de penas para los 53 acusados en el 'macrojucicio' que celebra este tribunal contra el supuesto entramado social, político y económico de la organización terrorista ETA. El fiscal pide ahora penas de entre 4 a 19 años, cuando antes exigía penas de entre 10 a 51 años. Además, retiró la acusación al miembro de la Fundación Joxemi Zumalabe José Ignacio Uruñuela, por el que pedía 12 años de cárcel.

En la sesión, en la que estuvo presente el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, el fiscal modificó sus conclusiones provisionales y mantuvo la acusación para 52 de los 53 acusados. Se trata de los responsables de KAS y Ekin, considerados aparatos políticos de la banda terrorista, y del aparato internacional, Xaki, así como de la Fundación Joxemi Zumalabe, que promovió distintas iniciativas encaminadas a la desobediencia civil, como la utilización del DNI vasco.

Molina expondrá su informe el próximo 19 de febrero en las dependencias de la Audiencia Nacional ubicadas en la calle Génova, en Madrid, puesto que el día 15 comenzará en las instalaciones de este tribunal en la Casa de Campo el juicio por los atentados del 11-M. Los acusados del sumario 18/98 podrán ausentarse si lo desean del resto de las sesiones de la vista oral, que comenzó el 21 de noviembre de 2005 y lleva ya más de 17 meses.

El fiscal solicitó también al tribunal que declare responsables civiles por defraudar cerca de 1,6 millones de euros a los acusados José Luis Elkoro, Francisco Murga, Isidro Murga, Jesús María Zalakaín e Ignacio Zapiaín, que deberán responden solidariamente junto con Orain.

MODIFICACIÓN DE LAS PENAS.

Durante la sesión, el fiscal Molina rebajó de 51 a 13 años de prisión su solicitud de prisión para Xabier Alegría, considerado el enlace de ETA con las distintas organizaciones presentes en la causa. Se le imputa delitos de integración, continuado falseamiento de la contabilidad de los registros fiscales e insolvencia punible. Inicialmente, se le acusaba de integración, cuatro delitos contra la Seguridad Social, cuatro contra la Hacienda Pública, de contabilidad y falsedad documental

También rebajó la pena de 48 a 19 años de cárcel al ex miembro de la Mesa Nacional de HB José Luis Elkoro y al ex consejero de Orain Francisco Murga, quienes se enfrentan ahora a la mayor pena por los delitos de colaboración, dos contra la seguridad social, uno de falseamiento y otro de insolvencia punible. Se les retira así el delito de integración y varios delitos contra la Hacienda Pública.

Al abogado Txema Matanzas, el fiscal le rebajó la pena de 15 a 9 años de cárcel por integración en organización terrorista. Modifica también de 19 a 13 años su petición de condena para el máximo responsable de KAS y ex parlamentario vasco, José Antonio Etxebarría.

También bajó su solicitud de prisión de 14 a 11 años de cárcel para la ex directiva de AEK María Teresa Mendiburu, así como de 15 a 9 años de prisión para la ex miembro de Xaki Elena Beloki y de 16 a 11 años de cárcel al ex administrador de Erigane Javier Otero Chasco.

Asimismo, Molina modificó su petición de condena de 16 a 11 años de cárcel para el ex parlamentario de HB Pablo Gorostiaga y de 19 a 11 años de prisión para el ex concejal de HB en San Sebastián Carlos Trenor. También bajó de 10 a 7 años de cárcel su petición de pena para la miembro de la Fundación Joxemi Zumalabe Olatz Altuna.

Esta misma condena la pidió para los procesados Juan Pablo Diéguez Gómez, José Antonio Díez, Oiakua Robles, Marta Pérez Echeandíaez Urrutia Inmaculada Berriozábal, Mario Subyaga, Alberto Frías Gil. A todos ellos se les solicitaba inicialmente 12 años de cárcel.

El fiscal rebajó de 15 a 9 años de prisión su solicitud de pena para los acusados Mikel Gotzon Eguíbar, José María Olarra Aguiriano, José Ramón Anchía, Francisco Javier Balanzategui y Jaime Iribarren, entre otros.

DESETABILIZACIÓN SOCIAL.

El fiscal sostiene que ETA asumió públicamente en la llamada 'teoría del desdoblamiento' su representatividad a través del "Frente Militar", pero mantenía el control de las instituciones político, culturales y obreras que se integraron en la "Koordinadora Abertzale Socialista" (KAS)".

Según Molina, "KAS se encargó de reivindicar desde dentro del nuevo sistema político, bajo la genérica denominación de Movimiento de Liberación Nacional Vasco (M.L.N.V.), los mismos objetivos que ETA, constituyendo en la práctica un instrumento de ésta".

Explicó que la banda terrorista fijó los principios básicos de su objetivo en el programa conocido desde 1976 como "Alternativa K.A.S." posteriormente denominado "Alternativa Democrática de Euskal Herria" para cuya difusión cobraron especial relevancia las estructuras de coordinación internacional de la organización como Xaki.

Desde el punto de vista económico, según Molina, se encargó a KAS la elaboración de un proyecto de financiación para cubrir gastos de los miembros "liberados" de la banda. Se desarrolló así el entonces el "Proyecto Udaletxe", que utilizó empresas "legales" del MLNV (AEK, HB y Gestoras pro Amnistía, además de agencias de viajes, aseguradoras, etc), según consta en la documentación intervenida tras la detención a la cúpula etarra en Bidart (Francia), el 29 de marzo de 1992.

El fiscal apuntó también que el sistema de financiación de ETA también lo componían "empresas menores", como Gadusmar o Ganeko, que servían además para "penetrar en los consejos de administración de otras mercantiles a través de personas afines al MLNV, entre las que estaba Orain y su diario 'Egin'.

EKIN Y XAKI.

Garzón ilegalizó el 20 de noviembre de 1998 las actividades de KAS, lo que propició la creación de su sucesora, Ekin, cuya primera aparición se remonta al 23 de septiembre de 1999. Ekin asumió, según el fiscal, la aplicación de la estrategia "político-militar" de ETA mediante "métodos complementarios".

Ekin controlaba el colectivo de presos mediante Gestoras Pro Amnistía, desarrolló el "Frente de Makos" a través del abogado Matanzas y controló las relaciones exteriores a través de Xaki. Del mismo modo, llevó a cabo el proyecto de "desobediencia civil" de ETA, dirigido al denominado "movimiento popular".

Sobre Xaki, Molina mantiene que Xaki fue utilizada para "deslegitimar internacionalmente el ordenamiento jurídico español" y para "difundir la cultura abertzale" y así "justificar la singularidad vasca", entre otros aspectos.