(Ampl.) Absuelven a todos los acusados por la noticia del presunto espionaje al ex presidente de Caja San Fernando

Actualizado: viernes, 21 diciembre 2007 13:07

SEVILLA, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla ha absuelto a los cuatro acusados por la publicación el 29 de noviembre de 2001 en el diario 'El Mundo' de una noticia que acusaba al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, de haber ordenado espiar al que fuera presidente de la Caja San Fernando Juan Manuel López Benjumea, según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.

El director de El Mundo de Andalucía, Francisco Rosell, el periodista que firmó la información, Javier Caraballo, el ex presidente de la Caja San Fernando Juan Manuel López Benjumea y el detective Joaquín Corpas quedan de este modo absueltos del delito de injurias graves con publicidad tras la denuncia presentada por Chaves y el secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, a raíz de la publicación de la citada información.

El magistrado ha considerado probado que durante el año 2001, el acusado Juan Manuel López Benjumea era el presidente del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros San Fernando y "contaba con servicio de escolta por aparecer en la documentación de la banda terrorista ETA".

En julio de ese mismo año, López Benjumea, el primero de los acusados, comenzó a sospechar de que era objeto de seguimientos por parte de personas "que le resultaban conocidas", por lo que decidió establecer un servicio de contravigilancia.

Durante estos meses estaba en marcha el proceso de renovación de los cargos de las dos cajas de ahorros de Sevilla, "lo que provocó el enfrentamiento" de los presidentes de las cajas con el PSOE-A y la Consejería de Economía y Hacienda; "que estimaban que en primer lugar debía procederse a la unificación de cajas y después a la renovación de cargos".

Posteriormente, López Benjumea contrató los servicios de investigación del detective privado Joaquín Corpas --también acusado por esta causa-- para que descubriera si era objeto de seguimientos.

Durante septiembre de 2001, el presidente de Caja San Fernando puso los hechos en conocimiento del que fuera delegado del Gobierno en Andalucía y actual alcalde de Granada, José Torres Hurtado, quien puso los hechos en conocimiento del jefe de gabinete de la Delegación, José Antonio Vidal, y de la Jefatura Superior de Policía.

El magistrado añade que sobre las 17.00 horas del 24 de septiembre de 2001, en el bar La Raza de la capital hispalense, Juan Manuel López Benjumea se entrevistó con el director del club de Baloncesto de Sevilla patrocinado por la Caja San Fernando, José Manuel Benedicto.

Durante ese encuentro, el acusado llegó a la conclusión de que la persona que estaba sentada en una mesa cercana era una de las que le seguían, por lo que ordenó a los escoltas que comprobaran la situación de aquel individuo, así que tomaron la matrícula del vehículo del supuesto espía.

Tales circunstancias fueron puestas en conocimiento de Joaquín Corpas, quien localizó al espía Antonio Castellano y lo citó para preguntarle por los posibles seguimientos a alguna personalidad.

Por ello, Castellano se puso en contacto con el jefe de escoltas de Chaves, Juan Escámez, porque ambos eran de la localidad sevillana Sanlúcar la Mayor. Así, Escámez y Castellanos, "que estaba en un estado de gran ansiedad y nerviosismo", se citaron en dicho municipio, entregándole el escolta al espía una tarjeta de visita por si tenía algún problema.

EL VÍDEO "SEGURAMENTE" FUE MONTADO POR CORPAS.

Nuevamente, Corpas llamó por teléfono a Antonio Castellano citándolo en un bar de Sevilla, donde quedaron ambas personas y un hermanos de Joaquín Corpas. Dicho encuentro fue grabado en vídeo desde la terraza de un edificio cercano por un cuñado del detective, si bien, el audio fue recogido por una grabadora que Corpas llevaba en el bolsillo.

Con la cinta de vídeo y la grabación de audio, "seguramente Corpas u otra persona a su instancia" compuso una nueva edición en la que ensamblaba la conversación. El resultado de este montaje, continúa el juez, "recoge la falta de sincronía entre las imágenes y el sonido". En dicha conversación, Castellano explica al detective que "Entre Pino Pizarro y Chaves me han mandado seguir a Benjumea y Beneroso".

De esta manera, el redactor jefe de El Mundo de Andalucía, el acusado Javier Caraballo, mantuvo una cena de trabajo con Torres Hurtado, quien le dijo al periodista que López Benjumea había denunciado que se sentía seguido, por lo que tanto el informador como el director de la publicación y también acusado, Francisco Rosell, decidieron investigar.

El 28 de noviembre del mismo año, los periodistas se entrevistaron con el presidente de Caja San Fernando, que confirmó los seguimientos y que tenía un vídeo grabado relativo al asunto en cuestión. Seguidamente, Corpas acudió al diario El Mundo, donde en compañía de los periodistas visionaron el mundo. Con estos antecedentes y tras llamar a Luis Pizarro "para recoger su versión" decidieron que la noticia, cuyo titular fue "Chaves mandó espiar durante meses a los presidentes de las cajas de Sevilla", debía publicarse.

"LOS PERIODISTAS CONTRASTARON LA INFORMACIÓN".

El titular del Juzgado de lo Penal número 3 considera que los periodistas actuaron de forma diligente pues "no es exigible en lo noticiable una absoluta certeza sino una actuación diligente y de buena fe en la difusión de la información que se tiene como cierta". "Los periodistas contrastaron la información y actuaron con diligencia profesional", agrega el magistrado, quien reconoce que la información es de interés para la comunidad.

Por su parte, López Benjumea y Corpas obtienen determinada información pero no realizan actos para que esa noticia sea publicada, ya que no pueden manejar la actuación profesional de los periodistas. Por este motivo, el magistrado manifiesta que éstos "no son los inductores del resultado lesivo".

Por ello, el juez ha absuelto a Juan Manuel López Benjumea, Joaquín Corpas, Javier Caraballo y Francisco Rosell del delito de injurias graves con publicidad del que estaban acusados.