El abogado del Riviera confía en poder abrir el club antes de marzo
BARCELONA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha decidido mantener cerrado el prostíbulo Saratoga, clausurado junto al club Riviera en marzo por orden de la juez de Instrucción número 33 de Barcelona, que investiga una supuesta trama de corrupción policial que podría haber permitido a estos locales explotar a inmigrantes irregulares.
Según informaron a Europa Press fuentes jurídicas, la Audiencia notificó ayer al club de alterne que desestima el recurso de apelación contra su cierre, interpuesto por los dos propietarios del Saratoga, José Carlos H.L. y Raúl Pascual S., implicados en la trama.
En el auto de la Audiencia, al que tuvo acceso Europa Press, considera que el cierre no produce indefensión, tal y como asegura el recurso interpuesto por el abogado del Saratoga.
Además, la sala cree que en el citado establecimiento "se ha venido ejerciendo la prostitución en condiciones laborales presuntamente punibles, por mujeres extranjeras en situación ilegal, algunas de ellas posiblemente menores".
Así, concluye que la prórroga de su clausura "es adecuada, proporcionada y necesaria" para impedir "la continuidad de la actuación delictiva" que presuntamente se llevaba a cabo en el local.
El abogado del club Riviera, Jorge de Tienda, afirmó hoy que "la resolución del Saratoga no afecta a las expectativas" de que el recurso del Riviera se resuelva favorablemente, y puedan volver a abrir antes de marzo --cuando expira la clausura marcada por la juez-- porque, según De Tienda, la situación procesal de ambos clubes "es diferente".
En declaraciones a Europa press, de Tienda aseguró que la Audiencia no se ha pronunciado sobre su recurso, ya que por el momento sólo se ha incoado el número de procedimiento y no se ha tramitado porque se presentó "un mes después" que el del Saratoga.
Según el abogado, en el Riviera "no se ha encontrado nunca a ninguna mujer en situación irregular, ni ningún indicio de que estuvieran sometidas a explotación", y el establecimiento cumple con el mismo régimen "que el centenar de locales de alterne abiertos" en la ciudad.
"Por un tema puntual de soborno no se puede cerrar un local durante tanto tiempo, sólo si hay explotación, y esto en el caso del Riviera no ha existido", dijo De Tienda, que añadió que las trabajadoras tan sólo alquilaban las habitaciones y todas estaban en situación regular.
