(Ampl.)El Parlamento balear aprueba cambiar la Ley de Capitalidad que devuelve las competencias de urbanismo al Consejo

PALMA DE MALLORCA 27 May. (EUROPA PRESS) -

El pleno del Parlamento balear aprobó hoy la modificación de la Ley de Capitalidad de Palma, tras un intenso debate en torno a la Proposición de Ley que el Consejo de Mallorca sacó adelante el pasado 5 de noviembre y por la que se reformará la normativa con el objetivo de que le sean devueltas a la Institución Insular las competencias de control urbanístico sobre la capital, del mismo modo que lo ejerce sobre el resto de municipios de la isla.

De este modo, quedará derogado en concreto el contenido íntegro del capítulo III, dedicado a las competencias en urbanismo, que aparecen desarrolladas a través de catorce artículos -del 71 al 84-, del título VII y del artículo 86 de la normativa, aprobada en diciembre de 2006 por el Consejo cuando estaba gobernado por PP y UM mientras que en el Ayuntamiento legislaban los 'populares'..

Mientras tanto, los grupos parlamentarios aprobaron por asentimiento la enmienda 2415, presentada por el PP, por la que se modifica el artículo 94 de la Ley de Capitalidad (23/2006, de 20 de diciembre), punto que permitirá al Ayuntamiento de Palma poder instalar redes propias de telecomunicaciones diferentes de las de otros operadores.

Otras de las modificaciones que se llevarán a cabo serán la sustitución del nombre de Palma de Mallorca por el de Palma al tiempo que también queda derogado el apartado relativo a medidas tributarias y económico-administrativas, todas ellas con 29 votos a favor y 27 en contra.

Durante el turno de intervenciones, el diputado del PP José María Rodríguez lamentó que con la aprobación de la modificación Palma "quedará sin competencias", entre ellas las que le otorgó la Ley y las que ya tenía con anterioridad a la puesta en marcha de la normativa. Al mismo tiempo, criticó que la reforma de la Ley se producirá "desde el más rechazable sectarismo político".

Rodríguez se pronunció en la misma línea como lo hizo su partido en la sesión plenaria en la que fue aprobada la Proposición de Ley, en la que los 'populares' alegaron que la norma no otorga al Ayuntamiento ninguna capacidad de decisión en materia de ordenación del territorio, ya que ésta pertenece al Gobierno balear, y reiteró la idea de que el Consistorio ya es "mayor de edad" para gestionar su urbanismo sin supervisión.

En cuanto al nombre de la ciudad, abogó por la nomenclatura de Palma de Mallorca pese a estar recogida la de Palma en el Estatut de Autonomía balear. "Cuando interesa, parece que el Estatut está por encima de todo", espetó el diputado 'popular', haciendo un repaso a la denominación que ha recibido la capital balear desde el siglo X, aunque aseveró que para el PP "no es baladí hacer hincapié en el nombre de la ciudad".

DESARROLLO "ARMÓNICO" DE PALMA

Desde las filas socialistas, Rosa Maria Alberdi respondió al PP que la configuración de Palma necesita de una "visión suprema" para lograr "un desarrollo armónico", toda vez que auguró que la modificación de la Ley permitirá que ésta sea "eficaz y respetuosa con las especificidades de Palma".

Mientras tanto, el diputado del Bloc per Mallorca, Miquel Àngel Llauger, subrayó que para su formación "todos los municipios son iguales" por lo que recalcó la importancia de que la aprobación de los instrumentos de planeamiento estén en manos del Consejo . En relación con el nombre de Palma, defendió que ésta es la denominación "consagrada por antonomasia" y es el nombre legal que aparece recogido en el Estatut. También Grupo Mixto y UM defendieron la aprobación de la modificación de la Ley.

El debate para la reforma de la Ley ya fue tomado en consideración en la Cámara autonómica mientras que los distintos grupos políticos presentaron enmiendas a la Proposición de Ley, con un total de 24, una de ellas a la totalidad que fue interpuesta por el PP con la aportación de un texto alternativo. Las enmiendas pasaron por la Comisión de Asuntos Institucionales y Generales, con la reunión de una ponencia que aceptó las correcciones y el debate de éstas, lo que dio lugar a un dictamen hace unas dos semanas que será el que mañana se debata en la sesión plenaria.