Señala que el apoyo de los grupos a Zapatero en la lucha contra ETA contribuye "a la memoria y la altura de miras" de la transición
MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se refirió hoy al trigésimo aniversario de la celebración de las primeras elecciones democráticas para constatar que ETA es "la última pesadilla del franquismo" y que, al igual que ocurrió con la Transición, sólo "la unidad" permitirá acabar con lo que España "aún tiene pendiente: su fin".
Así comenzó la ministra de la Presidencia la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que estuvo acompañada en esta ocasión por el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, quien aprovechó su primera intervención para felicitar a De la Vega por su cumpleaños.
La vicepresidenta echó la vista 30 años atrás para recordar el día en que los españoles acudieron a las urnas "tras un largo paréntesis de falta de libertades democráticas" y destacó la situación "bien diferente" que se vive actualmente en comparación con aquel periodo. "Hoy los españoles disfrutamos de una situación afortunadamente distinta de la de hace tres décadas al amparo de la libertad que emana el Estado de Derecho", reseñó.
"Hemos renovado pacíficamente el Gobierno y las instituciones, y hemos extendido los derechos de los ciudadanos hasta convertirnos en uno de los países más tolerantes, solidarios y abiertos del mundo", enumeró De la Vega. Pero, añadió, España también ha conseguido levantar "los cuatro pilares del Estado de Bienestar: la sanidad, la educación, las pensiones y, ahora, la dependencia" y disfruta, además, de una economía "en crecimiento" que ha convertido al país "en la octava potencia del mundo".
Para la vicepresidenta, esta situación dista mucho de la que se vivía hace tres décadas, cuando, recordó, el Estado de Derecho estaba "por construir", cuando se luchaba contra una inflación y un desempleo "crecientes", cuando "la incertidumbre y el peso de la tradición autoritaria aún se hacían notar y cuando se sufría "la ira de los que no querían ser demócratas, la ira de la extrema derecha y la ira de los terroristas de ETA". De ahí la importancia de unas elecciones en las que se votó para construir un país "nuevo, democrático, moderno y listo para ingresar en el club de las democracias europeas desarrolladas", subrayó.
ETA, "OBJETIVO PENDIENTE".
Y, bajo esas premisas, la ministra de la Presidencia resaltó "la ilusión" que compartían "todos los ciudadanos españoles" y "todos los partidos políticos". "Nos unía una ambición común y fue la unidad lo que convirtió a España en una democracia".
En este sentido, María Teresa Fernández de la Vega aludió a la organización terrorista para señalarla como "la peor rémora" de la España de la época --"lo único que queda de la dictadura es ETA, que es la última pesadilla del franquismo", llegó a decir-- y contra la que, dijo, será también "la unidad" la que permita conseguir acabar con "un objetivo pendiente: su fin".
En este punto, puso de relieve que "la unanimidad" con la que los grupos parlamentarios apoyaron el pasado miércoles al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la lucha contra el terrorismo a propósito de las reuniones que mantuvo en la Cámara Baja. Es, adujo, "una contribución a la memoria, el acuerdo, la unidad y la altura de miras al afrontar los desafíos colectivos" de la Transición.
