Un año de prisión a un joven que intentó atropellar a otro con su coche tras una pelea

SANTANDER, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

La sección primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la pena de un año de prisión que le fue impuesta a un joven por el Juzgado de lo Penal número de Santander, por intentar atropellar a otro tras una pelea.

La sentencia acepta los hechos considerados probados en el fallo de instancia según el cual, el condenado, Iván Z.P., se encontraba sobre las 4.30 horas del 28 de noviembre de 2004 en un pub de Ampuero donde tuvo lugar una pelea entre su grupo de amigos y otros jóvenes, que fue disuelta por la Guardia Civil.

Posteriormente, el acusado, tras abandonar el local, y cuando se marchaba a bordo de su coche, avistó en la calzada, cerca de la acera, al otro grupo con el que había mantenido la disputa y, a gran velocidad, se dirigió hacia aquél punto para después cambiar bruscamente de dirección y dirigirse hacia uno de los jóvenes que, al igual que sus acompañantes, tuvo que saltar hacia la acera para evitar ser atropellado, un hecho que fue presenciado por la Guardia Civil.

Según la sentencia, uno de los jóvenes resultó con fractura de un dedo de la mano, de la que tardó en curar 54 días. Por estos hechos, el acusado fue condenado a un año de prisión como autor de un delito de lesiones con instrumento peligroso, en grado de tentativa.

El condenado recurrió la sentencia de instancia, alegando, en primer lugar, una indebida transformación en delito de unos hechos declarados como falta en el procedimiento abreviado, lo que el tribunal rechaza al señalar que cuando un hecho que se califica provisionalmente como falta, se determina después que reune caracteres de delito, el ordenamiento no prohíbe su transformación en procedimiento abreviado pues rige el principio de legalidad.

Destaca además que el recurrente consintió en su momento el auto de transformación del juicio de faltas en diligencias previas "sin formular protesta ni recurso contra el mismo".

Igualmente rechaza el alegato del acusado de error en la calificación jurídica de los hechos ya que considera que en el recurrente existió el dolo de lesionar.