VITORIA, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
La parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, manifestó hoy que, frente a prohibiciones como la de la consulta impulsada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, hay que "responder con sosiego y buscando la suma de fuerzas de la mayoría social que está a favor del derecho a decidir". Además, afirmó que "la construcción de la paz está en crisis" en Euskadi y que "no se puede quitar la palabra a nadie, ni con amenazas y muertes ni con ilegalizaciones".
Ezenarro, que abrió el turno de los grupos en el Pleno de política general del Parlamento vasco, tras la suspensión de la sesión después del discurso del lehendakari, Juan José Ibarretxe, manifestó que, al término de la presente legislatura, "la realidad en la que vivimos no es la que querríamos, se siente el nerviosismo y la deriva que existe en la sociedad".
Frente al contexto actual, recordó que a principios de legislatura "predominaba la esperanza" respecto a la posibilidad de lograr la paz en Euskadi, pero que "ETA, por segunda vez, vapuleó el camino político y puso patas arriba la apuesta de todos los partidos políticos, también la de un sector muy amplio de Batasuna".
Por ese motivo, afirmó que, aunque "la política puede ayudar" a acabar con el terrorismo, "la paz no está en nuestras manos", sino que, "sobre todo, está en manos de quienes nos la quitan". La parlamentaria de Aralar exigió a ETA que "deje a Euskal Herria vivir en paz". "ETA le debe la paz al pueblo vasco, no al Estado. Nos debe la paz a todos nosotros", consideró.
De todas formas, proclamó que "la paz no tiene por qué esperar a la normalización política" y estimó que "ésa es precisamente la aportación más eficaz que podemos hacer desde la política". Tras afirmar que la actual es una situación de "crisis económica, política y, sobre todo, de crisis, en cuanto a construir la paz se refiere, alertó de que "esa izquierda abertzale que aún sigue callada puede hacer muchísimo más que el resto, porque romper con ese silencio es el camino más eficaz".
"CONTRADICCION"
Ezenarro lamentó que, por el contrario, "el camino que se ha seguido es el de quitar la palabra", a la que se refirió como "nuestra única arma legítima". "No se puede quitar la palabra a nadie, ni con amenazas y muertes, ni con ilegalizaciones", proclamó.
En esta línea, consideró que "es una contradicción quitarles la palabra, precisamente, a quienes estamos pidiendo que se sumen al camino de la palabra, mucho más su encarcelamiento. Esa vía nos aleja de la paz", añadió.
La dirigente de Aralar acusó al Gobierno central de querer "quitar la palabra al pueblo vasco, en contra de la mayoría social y política de este país". A su juicio, la actitud del Ejecutivo de Zapatero se debe a que "teme lo que el pueblo vasco diga, porque teme aceptar su condición de sujeto".
"Ante las prohibiciones hemos de responder con sosiego, sin olvidar que nos encontramos ante una carrera a largo plazo; sin perder la perspectiva y buscando la suma de fuerzas", subrayó, para reclamar "una respuesta conjunta, con los agentes sociales, sindicatos y, en general, aunando a la mayoría social que está a favor del derecho a decidir".
FOROS INTERNACIONALES
Esta respuesta, a su entender, debería trasladarse "a la calle y a foros internacionales". "Hemos de aferrarnos a la unidad y seguir adelante por las vías pacíficas, forzando la negociación política que sigue sin hacerse en nuestro pueblo".
Ezenarro consideró que la consulta prohibida por el Tribunal Constitucional "no es más que una vía en ese camino, un instrumento para impulsar la negociación política". La iniciativa impulsada por Ibarretxe es, a su juicio, "un impulso para ir solucionando el problema político que tiene este país".
En esa línea, recordó que la segunda pregunta de la consulta consistía en "un llamamiento a los partidos a acordar el ejercicio del derecho a decidir", por lo que, "hagamos o no la consulta, la falta de consenso permanecerá". Por ese motivo y dirigiéndose especialmente al líder del PSE-EE, Patxi López, preguntó "cuál es la alternativa de quienes han prohibido esa vía".
Respecto al secretario general de los socialistas vascos, le reprochó que su "único proyecto" es "la carrera hacia Ajuria Enea". También censuró al PSE que se presente como "la alternativa social", cuando ha estado "junto al tripartito en las decisiones más importantes, en lugar de hacer oposición a su modelo social y económico".
CRISIS
La crisis económica fue otro de los asuntos abordados por Ezenarro en su discurso. En su opinión, y con el objetivo de que "toda la carga de la crisis no recaiga sobre los sectores sociales más débiles", resulta necesario "realizar cambios profundos en nuestro modelo socio-económico".
"Lo único bueno de la crisis es que va a colocar el debate socio-económico en el centro del debate político, mostrando que en nuestro pueblo también existe un debate sobre el modelo social", manifestó. Sobre este punto, denunció que en Euskadi "el Estado de Bienestar sólo ha llegado de un modo tímido", a pesar del crecimiento económico de los últimos años.
Por otra parte, rechazó el argumento de que las instituciones vascas carecen de las competencias necesarias para mejorar esta situación, ya que, "cuando las hemos tenido en nuestras manos, tampoco se ha tomado la dirección adecuada". "No hay mas que fijarse en el Acuerdo para la reactivación de la economía del 2008", del que afirmó que "no es más que el adelanto de los planes previstos para el año 2012".
Aunque coincidió en que "en materia económica y social necesitamos soberanía", manifestó que ésta ha de emplearse "para impulsar medidas sociales y mejorar el bienestar de la ciudadanía, no como se hace con la política fiscal, que va dirigida al bienestar de los más pudientes".
PACTO SOCIAL
Ezenarro propuso "un acuerdo social y político para poder dar pasos hacia ese estado de bienestar avanzado, tomando como objetivo que, en un plazo medio-largo, se aumenten en un 50 por ciento los recursos públicos destinados a las líneas de bienestar".
Otra de sus propuestas consistieron en potenciar las empresas públicas y de participación pública para expandir redes de producción sociales y sostenibles, y en la creación de un Consorcio Público, ya que, "a pesar de tener una política activa en industria, no tenemos un sector industrial público".
La representante de Aralar también echó en falta una Ley de Vivienda, norma que calificó de "prioritaria, teniendo en cuenta la magnitud del problema de la vivienda".