Arcos.- Cámaras de comercio piden cautela, pues "estos escándalos alejan inversiones y perjudican la economía"

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 10 marzo 2009 16:37

SEVILLA 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio, Antonio Ponce, pidió "cautela" y apeló a la presunción de inocencia en el tratamiento de las presuntas irregularidades urbanísticas en el municipio de Alcaucín (Málaga), ya que "este tipo de escándalos alejan las inversiones y perjudican al tejido económico".

En una entrevista con Europa Press, Ponce apeló a presunción de inocencia "pues se montan grandes escándalos y jaleos y después gran parte de los imputados salen absueltos".

Recordó el caso de los escándalos originados por las diversas operaciones realizadas en Marbella (Málaga), que, a su juicio, "perjudicaron al tejido empresarial, político y económico e incluso al propio turismo de Marbella, que ya no es la que era".

"Se monta una maraña que llega al mundo entero y se están sacando casos donde se muestra que al final no pasa nada, todos salen absueltos y no hay ni imputados", agregó Ponce, quien insistió en la necesidad de "ser mas cautelosos y tener más en cuenta la presunción de inocencia".

Precisó que estas situaciones "perjudican la imagen del empresario, al que le ha costado mucho trabajo ganarse la imagen de creador de riqueza y empleo, y también perjudica al desarrollo económico, pues ante el escándalo no hay inversores, la banca no apuesta y no hay crédito, y ante el escándalo 'primero averiguaré qué pasa y ya veré'".

Añadió que "en ese 'ya veré' las empresas deciden irse a toro sitio", tras lo que recordó el debate abierto en 1992 sobre Costa Doñana "y mientras nosotros teníamos ese debate, los inversores que pensaban venir a Andalucía se fueron a Baleares, cuando esa inversión estaba previsto llevarla a cabo en la costa de Huelva".

"El empresario es tímido y cauteloso y si no se crea el clima ideal, el capital es cobarde y se va a otro sitio", aseveró el dirigente empresarial, quien consideró que "hay que controlar los escándalos y los que lo hagan mal deben ir a la cárcel, sea un político o un empresario corrupto, pero siempre con la presunción de inocencia, pues con cualquier motita sacamos a un pueblo a la palestra y nos cargamos la economía de ese municipio".

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