La Audiencia de Córdoba juzgará desde hoy a un hombre acusado de matar a otro por celos en Nueva Carteya

Actualizado: lunes, 28 enero 2008 8:46

CÓRDOBA, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Córdoba juzgará desde hoy a un hombre de 55 años, P.T.G., para el que el fiscal pide 16 años de prisión como presunto autor de un delito de asesinato con alevosía y por celos en Nueva Carteya (Córdoba), apuñalando en el corazón a I.N.P., de 34 años, al creer que mantenía una relación amorosa con su mujer.

Según la calificación del fiscal, a la que tuvo acceso Europa Press, los hechos ocurrieron en dicha localidad el 4 de noviembre de 2006, si bien el acusado sospechaba desde junio de ese año que su mujer, con la que llevaba casado diez años, le era infiel con el ya fallecido, un constructor con el cual trabajaba la esposa del procesado como limpiadora en las obras que ejecutaba.

El acusado entendía, según añade la acusación, que el constructor, quien estaba casado y tenía dos hijos, uno de tres años y otro un bebé, le había quitado a su mujer, a sus hijos e incluso sospechaba que quería quedarse con su vivienda, y por todo ello decidió matarlo.

Con tal fin, el 4 de noviembre de 2006, conociendo las costumbres de la víctima, supuestamente le esperó en un bar de Nueva Carteya, situado frente a una obra a la que solía ir I.N.P., habiéndose provisto antes de un cuchillo de cocina, de unos 20 centímetros de hoja, que había cogido de casa de su hermano momentos antes y sin que éste se diera cuenta.

El presunto asesino aprovechó el momento en que el constructor estaba recogiendo unos enseres de la obra, en el momento de marcharse de la misma, para acercarse sigilosamente y sin que lo viera un obrero que allí trabajaba ni la propia víctima, hasta que ya lo tuvo frente por frente, momento en que sacó el citado cuchillo de cocina, que hasta entonces había llevado oculto y, sin mediar palabra, le asestó, de abajo hacia arriba, una violenta puñalada en la zona del corazón.

I.N.P. cayó de forma inmediata sobre el acusado, que aún tuvo tiempo de darle otra segunda puñalada, no pudiendo darle una tercera porque el obrero que allí estaba se lo impidió al sujetarle la mano donde tenía el cuchillo y desarmarle, aunque el presunto asesino consiguió zafarse del trabajador y huyó, aunque sólo hasta el mismo bar donde estuvo al acecho del constructor, donde le contó lo ocurrido a un policía local y se entregó, siendo luego detenido por la Guardia Civil.

En cuanto a la víctima, falleció a los cinco minutos de ser apuñalado, sin que llegara a ser atendido por los servicios sanitarios a los que ya se había dado aviso. La muerte le sobrevino por un shok hemorrágico derivado de una herida inciso-punzante y penetrante en la cavidad torácica, con afectación pericárdica y cardiaca, lo que le provocó un hemopericardio, la rotura de ventrículo izquierdo, hemotórax izquierdo y atelectasi pulmonar izquierda.

Los hechos, según la calificación del fiscal, son constitutivos de un delito de asesinato, por alevosía, del que el acusado es responsable en concepto de autor, concurriendo la circunstancia atenuante de confesión del hecho a la autoridad. Por ello, procede imponer a P.T.G. la citada pena de 16 años de prisión, con la accesoria de inhabilitación absoluta.